Gabriela Clivio

Las AFP no son el problema

GABRIELA CLIVIO Economista y CFA, directora de Mazars Chile

Por: Gabriela Clivio | Publicado: Miércoles 26 de octubre de 2022 a las 04:00 hrs.
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El Gobierno anunció una reforma de pensiones que permitiría un “aumento de las jubilaciones de manera inmediata”. La realidad es que nada es inmediato en la vida, salvo en algunos casos la muerte. Se mencionó también que “el objetivo es avanzar a un sistema mixto de pensiones” y se dijo que “lo anterior va a implicar terminar con las AFP y construir un nuevo modelo”.

En el plebiscito de salida, donde votaron 13 millones de personas y se rechazó con un 62% de los votos el proyecto de nueva Constitución, los chilenos se manifestaron mayoritariamente en contra de perder la propiedad de sus ahorros para la jubilación. La realidad es que las AFP no son la causa de las bajas pensiones. Con una cotización del 10% del sueldo bruto, alguien que aporte en su cuenta de cotización individual durante 40 años, ahorraría el equivalente a cuatro años de sueldos para financiar su vejez. En los hechos, la rentabilidad aportada por las AFP ha permitido que los ahorros de cuatro años se conviertan en 12 años de sueldos, monto con el que se financian 24 años de pensión considerando una edad de jubilación de 65 años y una esperanza de vida de 89 años.

“El ahorro es condición ineludible para tener un sistema de seguridad social sustentable y solidario de protección efectiva durante la vejez, con especial foco en la población más vulnerable”.

Sin embargo, la realidad es que el chileno ahorra apenas dos años de sueldos, porque cotiza en promedio sólo por la mitad del tiempo durante su período de actividad. Los dos años ahorrados se transforman en el equivalente a seis años al considerar la rentabilidad y la pensión alcanzará al 25% del ingreso en actividad.

Queda claro que el ahorro es la condición ineludible para tener un sistema de seguridad social sustentable y solidario dirigido a proveer protección efectiva durante la vejez, con especial foco en la población más vulnerable. El sistema es solidario cuando quienes forman parte del mismo pagan sus cotizaciones, lo que permite que se liberen recursos estatales que puedan ser aplicados en forma sostenida a quienes lo necesitan. Por lo demás, el ahorro sistemático permite la inversión, que genera empleos y se traduce en crecimiento de la economía. Finalmente, el crecimiento económico permitió en Chile una reducción de la pobreza y una mejora del nivel de vida. No hay casualidad, sino una causalidad.

Para mejorar las pensiones, es necesario fortalecer el sistema de ahorro previsional personal y aumentar la cotización en al menos seis puntos. Este ahorro adicional debe depositarse en las cuentas de ahorro personal, porque de lo contrario, el aporte no sería más que un nuevo impuesto al trabajo. Además, la evidencia económica muestra no sólo que los sistemas de reparto transforman las cotizaciones previsionales en un impuesto al trabajo, sino que las mismas tienden a ser eludidas, lo que profundiza la informalidad laboral y disminuye el ahorro previsional.

Sin embargo, lo peor a mi juicio en estos sistemas está en el uso que se da a los fondos previsionales acumulados. Me parece que nuevamente estamos ad-portas de transitar por el camino equivocado: ese mismo que ya se rechazó.

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