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Las trampas de la gratuidad

Una de las principales demandas del movimiento estudiantil durante el 2011 fue educación superior gratuita. En general, la existencia de una alternativa gratuita...

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Una de las principales demandas del movimiento estudiantil durante el 2011 fue educación superior gratuita. En general, la existencia de una alternativa gratuita nos hace percibirla como una opción muy atractiva, en otras palabras, cuando algo es gratis se convierte en irresistible. Lo anterior se debe a que al evaluar las distintas alternativas, la connotación de gratis nos hace olvidar el eventual lado negativo. Se percibe que no hay posibilidad de perder o equivocarse cuando se elige algo gratis.

Sin embargo, la alternativa “gratis” no siempre resulta ser la óptima. Por ejemplo, suponga que en el día del Patrimonio la entrada al museo al cual usted deseaba ir es gratis, parecería entonces que es el mejor día para visitarlo dado que el precio de la entrada es cero. No obstante, elegir ese día puede convertirse en una mala decisión ya que probablemente habrá más gente de la habitual y por ende el acceso y la experiencia al interior del museo será menos satisfactoria que en un día común. El elemento clave que explica esta aparente contradicción es el hecho de que la entrada a un precio cero no implica que no haya costos asociados. De hecho, el desembolso monetario es sólo una parte del costo económico de visitar el museo.

La teoría económica nos dice que para evaluar una alternativa es necesario realizar un análisis costo-beneficio. En el ejemplo del museo, si bien el costo monetario asociado a la entrada es cero aún persiste el costo de oportunidad, el cual incluye el tiempo destinado a dicha actividad. Por otra parte, el beneficio se reduce al tener una experiencia menos satisfactoria que la que se tendría en un día con menor afluencia de público. Por lo tanto, si la reducción en el beneficio es superior al costo monetario de la entrada, elegir el día gratis no sería la decisión óptima. ¿Cómo se explica entonces que una alternativa gratuita siempre sea percibida como la más atractiva? Esto se debe principalmente a que el costo monetario asociado a un bien o servicio es altamente visible, por lo que tendemos a sobrevalorar su importancia en desmedro de los costos intangibles.

Se imagina que la bencina fuese gratis, suena espectacular, bueno en Venezuela casi lo es, de hecho el litro tiene un precio de $ 10, sin embargo los principales beneficiados con esta política son los dueños de vehículos que por lo general corresponden al segmento de la población con mayores ingresos. Adicionalmente, se incentiva un uso excesivo, con los consiguientes efectos negativos en congestión y contaminación.

Dado lo anterior, establecer hoy educación superior gratuita en Chile resultaría perjudicial ya que con la gratuidad observaríamos que el porcentaje de titulados se reduciría y el período de titulación aumentaría considerablemente como ocurre en países como Argentina o Uruguay que han aplicado esta medida. Además, sería regresivo el financiar con recursos del Estado actividades que tienden a favorecer a quienes pertenecen o pertenecerán a los segmentos de mayores ingresos.

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