Empezando con el pie derecho
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Nicolás León
Marzo, marzo, marzo. El temido mes de marzo es para muchos el período más complicado del año, donde hay que afrontar gastos y volver a la rutina anual. Pero también, para los más optimistas, marzo es un mes donde todo se renueva, la mayoría de los que están en el colegio entran a un nuevo curso y con esto se abre la posibilidad de partir de cero y obtener mejores notas.
El 11 de marzo, Bachelet parte su tercer año de Gobierno, iniciando oficialmente el segundo tiempo, aunque debido a las muchas partidas en falso, pareciera que es el tercero o cuarto. Buscando entender cuál será el énfasis de la Jefa de Estado para este segundo tiempo, es bueno analizar sus últimas dos declaraciones a la prensa.
La primera, antes de irse a vacaciones fue una breve conferencia de prensa en La Moneda donde con la voz quebrantada, la Presidenta comenta: “Desde el corazón quiero decir que han sido tiempos difíciles, para mí y para mi familia, muy dolorosos”. Luego, justo llegando de su descanso, habla con un medio internacional para afirmar que “tuve la sensación que me decía, deberías quedarte en la ONU”.
En el fondo, se trasluce un: estoy afectada y arrepentida de haber tomado estas responsabilidades.
La buena noticia, es que siempre después de un arrepentimiento, está la oportunidad para enmendar camino y corregir el rumbo. Dos largos años de trabajo entregan una oportunidad para volver sus esfuerzos hacia los más vulnerables y poder entregar un país más justo y humano.
A partir de marzo, la presidenta podría pasar a la historia como aquella que enfrentó con coraje el conflicto en la Araucanía invitando al diálogo abierto y al fin de la violencia. También, este mes puede ser un punto de inflexión que permita iniciar de una vez por todas una real reforma educacional que ponga el acento en mejorar la calidad de los colegios públicos y de la educación inicial.
El segundo tiempo asimismo, permite volver los ojos hacia los que más la necesitan: presentando o acogiendo alguna de las propuestas de programas de apoyo para nuestras mujeres que pasan por embarazos vulnerables. Levantando, una solución para la sobrepoblación de los recintos penales del país. O quizás, entregando propuestas públicas para los problemas sociales que viven nuestros inmigrantes.
Marzo igualmente es el momento para mirar a futuro, para asegurar, que el proceso constitucional no será consumido por las municipales. Y que el proceso de discusión dará todas las garantías y espacios de participación para grandes consensos, que de manera institucional concluyan con un texto que nos represente a todos.
Además, esta segunda etapa requiere actuar con verdad y celeridad ante nuevos casos como el de Cristián Riquelme, donde la probidad y transparencia ya no son opciones, si no que obligaciones.La sabiduría popular nos enseña que no sacamos nada con llorar sobre la leche derramada, sino que más bien, esto tiene que servir para avanzar. De no iniciar esta nueva etapa con el pie derecho, a final del mandato lamentaremos nuevamente declaraciones de remordimiento y serán los vulnerables los que pagarán la cuenta.