Protección de los recursos pesqueros, tarea pendiente
Macarena Cepeda Presidenta Asociación de Industriales Pesqueros AG
Con inquietud hemos visto los graves hechos que a diario ocurren en el Terminal Pesquero Metropolitano, principal centro de venta y distribución de productos pesqueros artesanales. Hemos sido testigos de delitos, venta de pescados y mariscos no aptos para consumo humano, corrupción y evasión de impuestos. Sin embargo, como Asociación de Industriales Pesqueros, queremos detenernos en el fenómeno de fondo: la pesca ilegal y sus consecuencias sociales.
La pesca o extracción ilegal de recursos pesqueros hace referencia al delito de obtener cualquier recurso marino de manera indebida, fuera de autorizaciones de pesca o robado desde zonas de cultivo o áreas de manejo. La pesca no declarada, certificada o fiscalizada es uno de los principales problemas que enfrenta el sector pesquero, ya que agota poblaciones de peces, destruye hábitats marinos, perjudica injustamente a pescadores que actúan legalmente pescando sólo su cuota y hace vulnerables a las comunidades costeras.
El problema radica en lo que técnicamente se denomina “sobreesfuerzo”, es decir, demasiados pescadores para menos peces y esa mayor cantidad de personas en busca de recursos es un aliciente para no respetar las cuotas y ejercer la pesca ilegal. La tendencia debiera ser acotar la flota artesanal, pero esto debe hacerse con el apoyo del Estado con la consiguiente voluntad política que ello requiere.
El crecimiento de actores que se dedican a la pesca ilegal tiene directa relación con el aumento desmesurado del sector artesanal. Actividad económica que ha crecido debido a la escasa fiscalización y que, en el caso de las regiones de O’Higgins y del Maule, se vio fuertemente abultada tras los dramáticos hechos post 27F, donde se introdujeron nuevas naves de mejor tecnología no siempre entregadas a quienes estaban inscritos en el registro artesanal, lo que aumentó el poder de captura de esta flota.
También, este fenómeno se ve empujado por la falta de otras actividades económicas y desempleo en esas zonas costeras. Muchos botes sin actividad histórica sobre algunos recursos e incluso sin permiso, incursionan en la captura de recursos pesqueros. Éstos pescan sin respetar la cuota asignada y sin control, por lo que los pescadores artesanales que tienen inscritas sus naves y certifican su captura, deben competir a diario con ellos. Competencia desleal, que deja sin amparo al pescador que cumple con la norma.
Abogamos por la pronta aprobación del proyecto de Modernización del Sernapesca
a fin de entregar más recursos financieros y humanos a esta entidad, dotarla de mayores atribuciones, tecnología y equipamiento a fin de que el rol fiscalizador del Estado tenga una eficacia que permita proteger de verdad los recursos pesqueros.