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Tiempos de cambio

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Si nos ponemos optimistas, debiéramos decir que la modificación de la ley general de cooperativas que se tramita en el Congreso Nacional es una tremenda oportunidad para que ideas que provienen de distinguidos parlamentarios, llamados “transversales”, puedan abordarse y resolverse en el marco del proyecto actual. Se trata, a nuestro juicio, de un proyecto bien intencionado, que mejora sensiblemente el estatus del movimiento cooperativo, solucionando temas de distinta índole.

Entre las nuevas ideas destacamos la iniciativa de que el Departamento de Cooperativas se refuerce, transformándolo en una instancia de fiscalización más efectiva y de apoyo, que permita atender los complejos procesos que requiere el emprendimiento de este tipo de asociaciones, tanto desde el punto de vista tecnológico, como contable y todo lo que ello implica en términos de normas internacionales.

Sin embargo, todavía quedan temas por solucionar, como el que concierne, por ejemplo, a la tributación de estas empresas. Nos referimos puntualmente a lo relacionado con los excedentes y remanentes que dejan las operaciones con socios y no socios, asunto que fue objeto de una interpretación del Servicio de Impuestos Internos -a nuestro juicio y de destacados expertos tributarios- excesiva y errónea respecto de las atribuciones legales de ese Servicio. Creemos que este tema puntual es factible de resolver, incluso sin legislar, por la vía de un Reglamento Presidencial.

A este respecto, se produjo recién un importante acuerdo de senadores, según el cual se le pide al Presidente de la República que legisle interpretando correctamente la norma legal, como es de toda lógica en un sistema de ayuda mutua como es el movimiento cooperativo. Aún cuando pensamos que la salida reglamentaria es eficaz y posible, no es descartable la solución propuesta por estos senadores.

Dicho lo anterior, y considerando los tiempos que corren, creemos conveniente e indispensable que las candidaturas presidenciales se detengan un momento en el fenómeno de las cooperativas, en cuanto son un modelo democrático de organización empresarial que contribuye sustancialmente al desarrollo económico y social del país, entregando a sus asociados mejores condiciones de vida y devolviéndoles los excedentes y remanentes que les pertenecen en proporción a sus capitales y a sus operaciones con la empresa. Ello, sin dejar de mencionar la contribución que hacen en favor de las comunidades en que están insertas y de todos los proveedores y colaboradores que participan en sus procesos.

Queremos levantar la mano y solicitar que se agilice el trámite de la ley en curso; se solucionen los problemas tributarios que injustamente afectan a socios y a determinadas cooperativas; se elabore un marco de acción más ágil para las cooperativas pequeñas, por ejemplo, facilitando su constitución en un día; se abra el giro de negocios reservados por ley, como operaciones más amplias en el giro bancario para cooperativas que cumplan los requisitos de estar fiscalizadas por la SBIF, la administración de fondos de terceros, etc. También pedimos que se refuerce la institucionalidad del actual Departamento de Cooperativas, y otras tantas que pueden, en un entorno simétrico con otras sociedades de otro tipo, cooperar efectivamente con el crecimiento del país.

Las empresas que formamos parte del Foro Empresarial Cooperativo quedamos a la espera del pronunciamiento de las actuales y futuras autoridades, manifestando a ellas, desde ya, nuestro mejor espíritu de colaboración.

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