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TLC con África, el siguiente desafío

Tomás Flores economista, libertad y desarrollo

Por: Tomás Flores | Publicado: Martes 28 de febrero de 2023 a las 04:00 hrs.
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Tomás Flores

Algunos dicen que luego de la entrada en vigencia del TPP11, la agenda de libre comercio para Chile habría llegado a su fin. Nada de eso es cierto y aún quedan muchos mercados que debemos abrir a los emprendedores chilenos, en donde se incluye la profundización de los acuerdos parciales que ya tenemos, por ejemplo, con la India. Sin embargo, debemos observar un continente que hasta el momento ha estado lejos de nuestra mirada.

En Chile pensamos poco en África. Es dentro de todo natural, pues no tenemos una cantidad significativa de inmigrantes, ni de comercio con esas latitudes. África es para los chilenos un lugar distante en todo sentido. No hay vuelos directos desde nuestro país: para llegar allá debemos hacer escala, ya sea en Brasil o en Argentina.

“La agenda del libre comercio para Chile está lejos de haber concluido con el TPP11, quedando aún muchos mercados que podemos conquistar. África puede ser un interesante destino para nuestras exportaciones”.

Dado que tampoco hay grandes cantidades de chilenos viviendo en el continente africano (comparado con Europa y otros países de América), la representación diplomática es baja: de 54 países en total, sólo tenemos embajada en cerca de una docena de ellos y sólo en uno contamos con una oficina de ProChile: Marruecos.

Antes de la pandemia, sólo un 0,7% de las exportaciones chilenas se dirigían a África: 56% de ese exiguo total iba a Sudáfrica, 14% a Nigeria, 6% a Ghana y 5% a Egipto; luego Mozambique (2,2%), Argelia y Túnez (1,8%), y Marruecos (1,1%). Los productos recibidos por dichos países son principalmente manufacturas (abonos químicos) y productos del mar (jurel en lata). Luego de ello vienen los insumos para la minería y, muy por debajo, los bienes agrícolas (vino, fruta y productos de origen animal).

Chile ha hecho esfuerzos por establecer tratados y acuerdos para comerciar con África, y existen memorándum de entendimiento económicos —MOU, por sus siglas en inglés— entre nuestro país y Namibia, Ghana, Kenia y Angola. También han sido firmados con Egipto y Marruecos, a quienes se les ha planteado el anhelo de un Tratado de Libre Comercio (TLC). Hay MOUs en trámite con Sudáfrica, Botsuana y Mozambique, pero no se ha logrado concretar nada que facilite nuestra entrada comercial en la zona.

En Sudáfrica ya hay una parte de la población que consume salmones y vino, sin embargo, dada la preferencia arancelaria otorgada por ese país a la Unión Europea, es altamente probable que sea Noruega el principal proveedor de salmón. De hecho, las familias de mayores ingresos han incorporado al sushi en su canasta de consumo, por lo cual la demanda por salmón es creciente. Similar fenómeno probablemente debe ocurrir con España e Italia en relación con el vino, en desmedro de los productos chilenos.

En el caso de Marruecos, estamos ante una economía que genera un PIB de US$ 143 millones, con una población de 36 millones y un ingreso per cápita, ajustado por poder de paridad de compra, de US$ 8.730. A partir del 1 de julio de 1999 entró en vigencia el TLC de Marruecos con la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA), mientras que en marzo del año 2000 se inició el acuerdo de liberalización de comercio con la Unión Europea. Adicionalmente, Marruecos firmó un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos que entró en vigencia en 1 de enero de 2006.

De esta manera, es posible abrir estas dos puertas, Sudáfrica y Marruecos, que serían los accesos sur y norte para las exportaciones chilenas. La agenda del libre comercio para Chile está lejos de haberse terminado, quedando aun muchos mercados que podemos conquistar.

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