Ajuste en el gasto público

Entre economistas y nivel político existe un extendido acuerdo respecto de la necesidad de sincerar en forma clara y urgente la nueva realidad en que se encuentran las cuentas fiscales y, consecuentemente, disponer un ajuste del gasto público que permita emitir una señal de responsabilidad de parte de las autoridades económicas relevante tanto hacia adentro como hacia afuera del país.

De acuerdo con los expertos, la desaceleración de la economía local y su impacto en materia de recaudación tributaria, el deterioro en el cuadro externo y el esperado menor precio que exhibiría el cobre en los mercados internacionales previsiblemente por los próximos dos años, configuran un escenario que acentúa las presiones sobre las cuentas públicas, las que no sólo acumulan varios períodos sucesivos de saldos negativos, sino que además aspiran a enmendar rumbo de aquí a 2019 en materia de saldo estructural.

Si bien los niveles de endeudamiento público y otros parámetros no permiten calificar el trance de grave, es un diagnóstico compartido que hoy es necesario y relevante emitir señales de austeridad antes de que el ciclo político electoral complique la toma de decisiones, dilatando medidas que no es sano ni prudente postergar.

Lo anterior es con mayor razón relevante si se considera que algunos economistas no descartan que el país pueda ser objeto de un cambio en sus perspectivas de riesgo, en especial tras la rebaja de la que fue objeto Codelco.

El ministro de Hacienda está consciente de lo anterior y, todo indica que así será, en semanas venideras se aplicará en este tema para emitir las señales de austeridad requeridas.