Editorial

ANUNCIOS NEGATIVOS EN PENSIONES

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Drásticos resultaron los anuncios del subsecretario de Previsión Social, Christian Larraín, sobre algunos contenidos de la futura reforma de pensiones. Luego de una reunión con administradoras de fondos previsionales, anunció que éstas no administrarían a futuro nada del flujo de cotizaciones. Tanto para el 10% vigente como para la cotización adicional de 6% habría una nueva entidad pública que tendría “un rol relevante tanto en la gestión financiera de las inversiones como en el soporte” del sistema. Aceptó que podía haber algún espacio para que participen los privados, siempre que sea consistente con el diseño institucional que se piensa proponer.

“La propuesta respondería a las consignas en esta materia, corrigiendo sólo muy parcialmente las reales causas del problema”.

Se sellaría entonces un grave error en materia previsional, validando un diagnóstico que los expertos reconocen como errado. Efectivamente las pensiones que está entregando el sistema de capitalización son bajas, pero las reales causas del problema no tienen que ver con el rol que han cumplido las AFP. De hecho, en su rol como administradoras, han logrado un buen mix de riesgo y retorno, lo que se refleja en que dos tercios del ahorro acumulado se explica por los retornos de las inversiones, y sólo un tercio corresponde a las cotizaciones de los trabajadores. La propuesta de reforma del gobierno respondería a las consignas en esta materia, corrigiendo sólo muy parcialmente las reales causas del problema, a saber, la baja tasa de cotización, que se sube, la informalidad laboral y la edad de jubilación. Estos dos últimos aspectos no formarían parte de la propuesta, y de hecho, probablemente se termine agravando la situación actual, ya que cualquier componente de reparto en la cotización incentiva la evasión y la elusión de las cotizaciones.

Se produce además otro problema complejo, ya que como las actuales administradoras cobran sus comisiones sobre el flujo de cotizaciones, al dejar de recibirlas, tendrían que administrar el stock de ahorro a cambio de nada. Dado que esto sería una modificación expropiatoria de las reglas del juego, el país podría enfrentar demandas en tribunales internacionales. Por supuesto, se daña además la certeza jurídica, en un momento en que ese pilar clave del desarrollo se encuentra ya bastante deteriorado. Una salida sería permitir que se pudiera cobrar una comisión por administración del stock, lo que por supuesto, significaría doble comisión para los cotizantes, yendo entonces en contra de uno de los objetivos declarados por el subsecretario, referido a bajar los costos de administración.

En definitiva, estos anuncios previsionales sólo acentúan las perspectivas negativas que crecientemente se ciernen sobre el país.

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