Baja del petróleo y finanzas de países productores
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Así como el desplome en los precios internacionales del petróleo puede ser una buena noticia para los oídos de naciones importadoras como Chile, la otra cara de la moneda se encuentra en los países productores de crudo y, en particular, las economías en desarrollo que dependen de esta materia prima para sus presupuestos y que han visto una reducción considerable en sus ingresos.
En diciembre, Azerbaiyán impuso controles para frenar la salida de capitales y sostener su moneda y en enero inició la negociación de un potencial rescate con el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Y hace sólo unos días, Nigeria admitió que está en conversaciones con el Banco Mundial y el Banco Africano de Desarrollo (ADB, su sigla en inglés) para obtener un préstamo de urgencia por
US$ 3.500 millones. El que Nigeria hubiera hecho el anuncio ha elevado el temor sobre las perspectivas para otros países exportadores y, de hecho, se especula que si Azerbaiyán consigue un rescate del FMI, otros productores podrían verse enfrentados a una situación similar. De hecho, en el contexto latinoamericano Ecuador, Venezuela e incluso Brasil han sido señalados en medio de esta coyuntura de precios.
