Editorial

Baja el PIB tendencial, Chile pierde

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e espera que esta semana el Ministerio de Hacienda entregue una nueva proyección del PIB tendencial de Chile —la capacidad de crecimiento de mediano plazo de la economía—, la cual se anticipa que será inevitablemente a la baja. Aunque preocupante, se trata de un dato entendible, considerando el impacto que la virtual paralización de gran parte de la actividad económica debido a la pandemia del Covid-19 está teniendo en el consumo, el empleo, la viabilidad de las empresas y las perspectivas de inversión, no sólo en nuestro país, sino a nivel mundial.

Se trata, sin embargo, de una crisis de origen externo, para cuyos efectos Chile puede prepararse en mayor o menor medida, pero sobre la cual no tiene control.

Hace sólo cinco meses, sin embargo, Hacienda entregó otra revisión del PIB tendencial, también a la baja respecto del estimado anterior (un 2,8% versus 3%), en esa ocasión con motivo del llamado estallido social del 18-O, otro durísimo golpe a nuestra economía y sus perspectivas de crecimiento, sólo que esencialmente autoinfligido.

Estas revisiones a la baja consecutivas del producto de tendencia son pésimas noticias para nuestro desarrollo, pues implican efectos negativos que, aun sin ser permanentes, serán un lastre para la economía chilena en los próximos años, más allá de las medidas paliativas o los incentivos que pueda entregar el Estado, cuyas arcas ya hoy en día se encuentran exigidas al límite de sus posibilidades.

Somos un país emergente y el crecimiento del PIB es la principal forma de combatir la pobreza. Así, aunque por un lado estadísticas como éstas conspiran contra nuestras esperanzas de mayor progreso, por otro llaman a reflexión sobre por qué no hemos enfrentado con suficiente decisión problemas conocidos —empleo, pensiones, salud, educación, competencia, transparencia, orden público— antes de que se combinaran para causar serios perjuicios a la economía.

El desafío más urgente es que estas proyecciones, que hoy señalan una tendencia, no se conviertan en una sentencia.

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