Crecimiento comoeje fundamental

En momentos en que parte importante del mundo político -comenzando por la propia Mandataria- se encuentra de vacaciones, parece propicio que el descanso permita una reflexión profunda sobre qué acciones se debieran emprender para contribuir a superar el virtual estancamiento por el que persistentemente sigue transitando la actividad económica y que en parte ha sido consecuencia de la incertidumbre generada en el ambiente de negocios por el proceso de reformas en que se encuentra embarcado el gobierno.

Pese a las buenas intenciones de la autoridad y el diagnóstico compartido con los sectores productivos sobre la necesidad de superar desconfianzas, lo cierto es que durante el año pasado el ánimo de los consumidores y de los empresarios no consiguió mejorar, mientras los economistas siguen recortando los pronósticos de crecimiento para un 2016 que incluso podría ser aún peor que el débil 2015, considerando las amenazas provenientes desde el frente externo y, especialmente, el derrumbe en el precio del cobre asociado a la desaceleración de la economía de China, el principal consumidor mundial de materias primas.

Es por ello que tras el descanso estival, la búsqueda de consensos en torno a los ejes que permitieron el impresionante desarrollo de Chile en décadas recientes debe volver a ser prioritario. Si 2015 fue un año donde la inquietud por las reformas y sus alcances terminó por asentarse como una nube sobre el clima de negocios, 2016 insta a tomar todos los pasos encaminados a devolver el ánimo a los inversionistas y consumidores, y generar unidad nacional en torno al crecimiento económico como norte fundamental.