Editorial

Crecimiento y calidad del empleo

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En días recientes la CUT, ha dado a conocer un set de propuestas laborales, que en general tenderían a apuntar a rigidizar el mercado laboral formal, a través de aumentar el poder relativo de los trabajadores, los ingresos y la estabilidad laboral de ese grupo. De avanzar en demasía en la dirección que ha planteado la multisindical es factible que se lograra una mejor posición para el mercado laboral formal, pero -posiblemente- a costa de una mayor tendencia a la informalidad laboral. De acuerdo con el INE, existen actualmente 856 mil trabajadores asalariados que no tienen contrato, y probablemente cerca de la mitad del más de un millón de trabajadores por cuenta propia está en esa categoría por dificultades de acceso al mercado formal. Por ende, la mejoría laboral por decreto termina beneficiando a un grupo de trabajadores, a expensas de otro, más vulnerable socialmente, por lo que la situación de desigualdad puede incluso empeorar.



Desde marzo de 2010 este problema de informalidad se ha reducido fuertemente, lo que se comprueba con el aumento de 740 mil trabajadores con contrato escrito, que ha significado un aumento equivalente en los empleos con prestaciones laborales legales, como vacaciones, licencias y cotizaciones de seguridad social. Esta importante mejoría se ha logrado sin grandes cambios en el Código del Trabajo. La conclusión es simple; el crecimiento económico, y el dinamismo laboral que éste trae, es la herramienta más poderosa para mejorar la situación de todos los trabajadores, logrando de paso un mejor cumplimiento de la legislación laboral, sin que esto lleve a que los grupos de menor capacitación se vean obligados a caer en la informalidad.

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