Editorial

Crecimiento y reformas: ¿pueden ir de la mano?

  • T+
  • T-

Compartir

Las cifras de actividad muestran claramente que la economía continúa transitando por una fase de desaceleración que se estima va a mantenerse durante la mayor parte de 2023. Tanto el Banco Central como el Ministerio de Hacienda proyectan un punto de inflexión para la segunda mitad del próximo año, aunque con alguna mayor cautela de parte del instituto emisor.

La pregunta de fondo que preocupa a los agentes económicos es si este cambio de tendencia va a tener las características de un rebote estadístico sin mayor proyección en el tiempo, o bien si detrás de ello vendrá una genuina recuperación de la capacidad de crecimiento.

Buena parte de los cambios en las principales propuestas de reforma que se tramitan obstaculizan un mayor crecimiento.

Las estimaciones actualizadas para el PIB tendencial que el Banco Central incluyó en el último IPoM no permiten ser muy optimistas: proyecta para la próxima década un crecimiento promedio de esta variable de solo 2,1%, con una trayectoria decreciente. No hay dos opiniones en cuanto a que esto es absolutamente insuficiente de cara a lo que necesita el país en cuanto a generación de mayores niveles de empleo y de mejores salarios, así como de una mayor recaudación tributaria que permita encarar los más urgentes desafíos sociales.

Hay bastante consenso respecto del insustituible rol que desempeña el crecimiento económico como motor fundamental para alcanzar estos objetivos, y también hay bastante acuerdo en el rol que juegan el ahorro, la inversión y la productividad en la determinación de la capacidad de crecimiento. Lo que no se observa de parte del Gobierno es la sensibilidad suficiente para advertir que buena parte de los cambios contenidos en las propuestas de reforma de mayor calado que se están tramitando (tributaria y pensiones) obstaculizan el logro de un mayor crecimiento, siendo necesario, por tanto, una mayor apertura para discutir soluciones diferentes (intermedias) que permitan alcanzar objetivos similares.

Para lograr un genuino punto de inflexión que sea sostenible, la voluntad y la disposición para alcanzar acuerdos va a ser fundamental, y ello va a requerir, inevitablemente, el abandono de las posiciones maximalistas que hoy día dominan la escena.

Lo más leído