Débiles proyecciones de crecimiento

En la más reciente Encuesta de Expectativas del Banco Central (EEE), los consultados mantuvieron la semana pasada su estimación respecto a la expansión del Producto para 2015, mientras que para el Imacec de marzo la mediana de las respuestas se sitúa en 2,0% en línea con lo registrado en febrero.

Esto probablemente es un reflejo de los precarios resultados de los primeros indicadores de actividad y precepciones con los que ya se cuenta para marzo. Las ventas de automóviles habrían caído 23% respecto de igual mes de 2014; las importaciones –de bienes de capital, intermedios, y de consumo- continúan bajando; y el Índice de Percepción de la Economía de Adimark-GfK se ubica en 39,7 puntos, resultado más bajo desde la crisis de 2008-2009. Prácticamente la única noticia positiva a la fecha es la mejora del Indicador Mensual de Confianza Empresarial (IMCE) de 6,8 puntos el mes pasado, aunque aún en un nivel pesimista.

En cuanto a 2016, si bien en un comienzo la predicción era de un razonable 4,5%, sistemáticamente se ha ido rebajando hasta situarse desde hace ya un semestre en un 3,5%; mientras que para el 2017 –consulta introducida el mes pasado- se rebajó desde 4% a 3,8%. Lo anterior instala las expectativas para los próximos años incluso por debajo de las estimaciones del Comité de Expertos citado por Hacienda para la operación de la regla fiscal, quienes en su última consulta rebajaron de un 4,8% a un 4,3% su estimación para el crecimiento tendencial de la economía, al igual que el Banco Central, institución que redujo su apreciación de mediano plazo de un intervalo de 4,5%-5,0% a un 4,0%-4,5% la última vez que se refirió al tema.