Días clave para la presidenta Dilma Rousseff
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Finalmente, la Cámara de Diputados de Brasil ha aprobado por 367 votos a favor y 137 en contra iniciar el juicio político a la Presidenta Dilma Rousseff en un proceso de impugnación por manipulación de cuentas fiscales que, de prosperar en el Senado, la suspendería del cargo, que sería asumido por el vicepresidente Michel Temer. Si es hallada culpable, Rousseff sería destituida y Temer completaría el período presidencial hasta 2018.
La votación en el Congreso brasileño representa el inicio del punto más profundo de una crisis política que comenzó con el estallido del escándalo de corrupción de la petrolera estatal Petrobras, que si bien no se relaciona con el juicio político, si dañó la popularidad de su gobierno y del oficialista Partido de los Trabajadores, en momentos en que Brasil -la mayor economía de América Latina- atraviesa por su peor recesión en varias décadas y, por el momento, no existen indicios de que la compleja situación productiva de luces de levantar cabeza.
Así, la Mandataria enfrenta jornadas decisivas. Ayer habló en una nutrida conferencia de prensa donde se defendió y reiteró que en su opinión lo que está en marcha es “un golpe de Estado” que carece de sustento legal.
