Dudas sobre la aplicación de la reforma laboral
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U na serie de dudas comienza a generar la aplicación de la reforma laboral, vigente en su plenitud desde el 1 de abril pasado.
Como era de esperar, algunas de esas inquietudes apuntan a un tema que desde el principio ha resultado polémico: la definición de los servicios mínimos, hoy en un escenario de huelga sin reemplazo. Y parece del todo lógico, pues ello exige poner de acuerdo a empleador y trabajadores involucrados en una negociación colectiva sobre aquellos procesos o áreas de gestión -sin menoscabar el derecho a paralizar, enfatiza la Dirección del Trabajo- que sí o sí deben mantenerse para proteger los bienes e instalaciones de la firma y prevenir accidentes; y garantizar la prestación de servicios de utilidad pública o la atención de necesidades básicas de la población.
Si bien la misma DT proporcionaría en los próximos meses claridad sobre el punto -pues pidió estudios especializados al respecto-, las primeras interrogantes plantean una oportunidad interesante para que gobierno y sector privado -léase organizaciones empresariales y sindicales- asuman desde ya que no será una tarea fácil y que para avanzar el aspecto de la confianza juega un rol central.
