Editorial

Emisión de bono chileno en el exterior

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El gobierno de Chile ha procedido a colocar en el mercado internacional un bono soberano por US$ 1.500 millones, con tramos a 10 y 30 años. El instrumento, que recibió clasificación de riesgo A+, una de las más altas en la escala y concordante con la clasificación de riesgo soberano en moneda extranjera, logró una excelente acogida entre los inversionistas, cuestión que se expresó de manera elocuente en la extraordinaria demanda que tuvo el instrumento y la consecuente tasa de interés exigida.



La información registra que la tasa de interés a la que fue emitido el bono es récord en la historia de Chile, con un spread de 55 puntos básicos para el bono a 10 años y de 75 puntos para el de 30 años. Además, y como una señal que quita presión en el flanco cambiario, se informó que no todos los recursos serán repatriados y que sólo lo harán US$ 840 millones el año 2013.

Sin duda la demanda y la tasa obtenida son una demostración categórica de la confianza que transmite la economía chilena, que por lo demás exhibe cifras macroeconómicas extraordinariamente saludables. Un crecimiento anual 2012 que promete estar entre los más altos del mundo, cifras de desempleo excepcionalmente bajas en la perspectiva de la historia reciente y una inflación bajo control, son sólo tres datos que se pueden mencionar dentro de una larga lista de logros.

Instituciones estables, políticas de consenso a lo largo de administraciones de distinto signo y cifras objetivas y positivas son activos que el país debe preservar, porque un menor costo de financiamiento no es algo que sólo sirva para sentirse orgullosos, sino que es algo que ayuda al país a ser más próspero.

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