Editorial

Inversión privada y crecimiento

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Un leve aumento aunque en estado de cautela. Eso es lo que anticipan los estados de ánimo de los ejecutivos de grandes empresas a la hora de definir cómo visualizan las inversiones de sus compañías para el año que recién comienza. Así lo reveló la última versión de la Encuesta de Expectativas Empresariales que realiza EY en conjunto con Diario Financiero a 325 ejecutivos de primera línea, la que de paso también constató que para cerca de un 72% de los consultados dichos planes de inversión no superan los

US$ 50 millones para el presente año.

Se trata de un cuadro de cautela con visos de mayor optimismo respecto de mediciones previas, lo que permite conferir cierta lectura positiva al resultado, no obstante lo cual nada indica que ello vaya a gatillar el impulso que se requiere para salir del actual marasmo económico.

Al respecto, el presidente del Banco Central, Mario Marcel, ha dicho por estos días que en la salida de esta situación de crónica desaceleración hay un rol insustituible que le cabe al sector privado, catalizador crítico que es en el fondo el motor que puede hacer diferencia más allá de los acotados márgenes de movimiento que pueda tener aún la política monetaria y los casi inexistentes a nivel fiscal y que básicamente hoy tienen que ver con planes de inversión que se puedan activar desde empresas públicas o en infraestructura.

Con todo, los agentes económicos privados siguen en estado de cautela y atentos a las señales que emanan ya no sólo del escenario interno, dominado por incertidumbres en los últimos años, sino que también por un entorno externo cargado de interrogantes que resultan clave para cualquier evaluación.

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