Editorial

Inversiones chilenas en Perú

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De acuerdo con cifras de un catastro de la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales (Direcon), desde 2008 –el año en que Perú presentó su demanda marítima contra Chile ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya- a la fecha más de US$ 8.000 millones han invertido las empresas chilenas en la nación vecina, en una prueba de que el diferendo ha caminado por una senda que no ha entorpecido el favorable y creciente intercambio económico y comercial entre ambos países, socios además junto a México y Colombia en la Alianza del Pacífico.



De hecho, sólo en el primer semestre de 2013, la inversión chilena directa en Perú superó los US$ 1.000 millones. Actualmente, existen más de 350 empresas chilenas con presencia en Perú, que tienen en curso más de 650 proyectos. Un 85,5% de la inversión registrada hasta junio pasado se volcó al área de servicios, sector que por lejos ha sido el principal receptor de la inversión chilena en el vecino país -en especial transporte y retail-, seguido de energía, industria y el sector agropecuario.

Las cifras son elocuentes y si además se consideran las inversiones realizadas por importantes grupos empresariales peruanos en Chile, como Brescia y Romero, hablan de un sólido momento en las relaciones de negocios entre ambos países, balance que no debiera verse menguado por la resolución de la Corte Internacional de Justicia. Cabe destacar que una pieza angular en este clima ha sido la reafirmación de los gobiernos de Santiago y Lima en cuanto a respetar el Derecho Internacional y, en este caso particular, el fallo del Tribunal de La Haya, sea cual sea su determinación.

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