La vigencia del legado del Papa Benedicto XVI
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Benedicto XVI, el Papa que se creyó sería menos sorprendente que sus antecesores, en especial que Juan Pablo II, conmocionó al mundo este lunes con su decisión de renunciar al ministerio papal a partir del próximo 28 de febrero. Se trata de una noticia que, desde ya, le reserva un espacio en la milenaria historia de la Iglesia Católica, pero que sin duda no será por lo que realmente será recordado, ya que en sus ocho años de pontificado y antes, como prefecto a cargo de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, el Papa ha sido un referente espiritual que ha trascendido los límites de la feligresía católica. Y lo ha sido, por lo demás, en tiempos agitados y de incertidumbre en todo orden de cosas.
Si algo distingue al saliente Papa es su estatura intelectual y los prolífico de su mensaje pastoral, atributos reconocidos por fieles y detractores. En sus años de pontificado, Benedicto XVI ha publicado tres encíclicas (Deus Caritas Est, en 2006; Salvados en Esperanza, 2008; y Caritas in Veritate en 2009) y más de 600 obras de distinto alcance que llevan su firma, todas de indiscutida calidad y solvencia espiritual. Temas que trascienden la coyuntura como el amor y la caridad cristiana están tan presentes en su mensaje como otros de candente interés, como el terrorismo, la crisis económica, el matrimonio gay y las denuncias que afectaron a algunos sacerdotes.
En la dimensión económica, uno de sus más potentes mensajes lo entregó con ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud de Madrid el año 2011, en donde mientras el mundo estaba siendo sacudido por las secuelas de la crisis económica y financiera, abogó con energía poner al hombre al centro de la economía. En un país y un continente en donde el desempleo asolaba a millones de personas, el pontífice exhortó a promover el trabajo humano digno y a no debilitar la protección social de los más desposeídos, evitando el aumento de las desigualdades.
En relación al mercado, en estos años de incertidumbre financiera, en repetidas oportunidades Benedicto XVI ha dicho que sin confianza interna ni formas de solidaridad, el mercado no puede cumplir en plenitud su función, recordando que la dimensión económica de los seres humanos no es éticamente neutra ni inhumana o antisocial.
Y más recientemente, en octubre pasado, en su mensaje a los jóvenes del mundo con ocasión de la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud 2013 que tendrá lugar a mediados de año en Río de Janeiro, el Papa hizo un llamado que tiene especial alcance para América Latina. En él, invita a los jóvenes a no descuidar su rol misionero y evangelizador, recordando que éste es un continente en donde la juventud es mayoría y que por lo mismo tiene un potencial importante y valioso para la Iglesia y la sociedad, al transmitir a sus “coetáneos del mundo entero el entusiasmo de vuestra fe”.