Editorial

Nuevo reto a la clase política de EEUU

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Tras la paralización federal de octubre pasado en Estados Unidos, al cierre de esta semana el comité bipartidista de presupuesto de ese país deberá entregar un plan respecto de los fondos federales necesarios para evitar que la situación se reedite a partir del próximo 15 de enero, fecha en que el gobierno nuevamente se quedará sin recursos.

Como se recordará, en el mes de octubre varias reparticiones federales norteamericanas dejaron de operar por 16 días debido a que demócratas y republicanos no fueron capaces de llegar a un acuerdo sobre el financiamiento del gobierno. Dicha paralización, se estimó, no sólo tuvo un impacto en materia de actividad, sino que también fue mencionada entre las situaciones que habrían alentado la decisión de la Reserva Federal de aplazar el retiro parcial de su política de estímulo monetario, pese a que previamente había enviado señales en el sentido contrario.

En esta oportunidad los representantes políticos norteamericanos dispondrán de menos tiempo para avanzar en la búsqueda de un acuerdo, debido a que tanto el Senado como la Cámara de Representantes tiene contemplados recesos con motivo de las festividades de fin de año. Así las cosas, los parlamentarios norteamericanos tendrán entre una y dos semanas para zanjar un asunto delicado y en torno al cual en el pasado se han mostrado incapaces de dar con una solución de fondo.

Como sea, es de esperar que la clase política estadounidense se decida a abordar el asunto pensando en el largo plazo, máxime porque en ese país también siguen pendientes de solución temas de profundas implicancias económicas como la nueva ronda de recortes y el techo de la deuda.

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