Editorial

Plan de Descontaminación

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La semana pasada concluyó el proceso de Consulta Pública del Anteproyecto del nuevo Plan de Descontaminación Atmosférica de Santiago. El Anteproyecto apunta principalmente al material particulado fino (MP 2,5) -considerado el contaminante más perjudicial para la salud de las personas- para lo cual contiene una serie de medidas para combatir las emisiones que generan los sectores de transporte, industria y residencial, entre otros.

Las principales medidas para reducir la contaminación serían la restricción permanente para vehículos con sello verde y la exigencia de la norma Euro VI a flota del Transantiago, la creación de una norma de entrada para la maquinaria fuera de ruta nueva, la prohibición de uso de calefactores y cocinas a leña y el establecimiento de normas de emisión más exigentes para el sector industrial, entre otras.

La medida que más ha generado controversia es la restricción vehicular permanente a vehículos catalíticos con excepción de los inscritos después de septiembre del 2011. Esta medida no solo resulta discriminatoria sino que podría tener efectos contraproducentes si con ello termina por aumentar el parque vehicular con la compra de un segundo automóvil. Otras medidas complejas dicen relación con las mayores exigencias impuestas a la industria, lo que desconoce los esfuerzos realizados a la fecha y debilita el sistema de cupos de emisión transables que ha operado de manera efectiva. Por último, la medida de supuesto mayor impacto, que es la prohibición del uso de leña al interior de los hogares, es de difícil fiscalización, por lo que los resultados podrían no ser los esperados.

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