Editorial

Por qué importa, ahora, el vuelo de SpaceX

  • T+
  • T-

Compartir

Imagen foto_00000002

or sí solo, el lanzamiento este sábado desde la Florida del cohete Falcon 9, de la empresa SpaceX —cuyos dos tripulantes llegaron sin contratiempos a bordo de la Estación Espacial Internacional tras un vuelo de 19 horas—, es un logro científico, tecnológico y también empresarial de tremenda relevancia. Por esas razones, y por las repercusiones que tendrá para la exploración espacial, ya es un hito histórico.

Imagen foto_00000001
Pero el contexto en que ocurre, una pandemia que tiene al mundo entero sumido en una crisis sin precedentes, debería convertirlo en un hito especialmente significativo para las generaciones que estamos viviendo esta experiencia, al menos en dos sentidos.

Desde luego, porque aún en medio de la emergencia sanitaria y de las restricciones que impone al desarrollo normal de cualquier tipo de proyecto —mucho más uno tan complejo con el de poner seres humanos en órbita—, se estimó que una iniciativa de esta envergadura debía seguir adelante. En ello bien pueden haber jugado un rol inevitables consideraciones de costo-beneficio, dado el tamaño de la inversión, pero sin duda también el férreo convencimiento en miles de personas involucradas de que empujar los límites del desarrollo científico y tecnológico justifica los riesgos. Y eso importa, porque también serán la ciencia, el trabajo y la determinación lo que permitirá vencer al Covid-19.

Pero además, el viaje del Falcon 9 marca la primera vez que una empresa privada es contratada por una agencia gubernamental —la NASA, que retiró su flota de transbordadores espaciales— para poner astronautas en órbita, con cohetes y naves de diseño y fabricación propios. Esto abre la puerta al desarrollo de un mercado aeroespacial que probablemente primero sea turístico, pero después incluirá la prospección y extracción de minerales, y eventualmente incluso el comercio. Y esto importa, porque la colaboración estratégica entre Estados y privados también será crucial para encontrar —y luego desarrollar y distribuir— una vacuna contra el Covid-19.

En estos duros momentos, son buenas razones para el optimismo.

Lo más leído