Supervigilancia del mercado financiero
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Al dar a conocer su último Informe de Estabilidad Financiera (IEF) el Banco Central hizo un llamado a las instituciones que participan del mercado bancario a internalizar “correctamente los riesgos patrimoniales y reputacionales de las exposiciones con entidades relacionadas, siendo para ello crucial un adecuado marco de gobierno corporativo”.
Si bien se trata de una referencia que alude a un caso puntual (el cual en todo caso el propio instituto emisor declaró como superado), su alcance va más allá del hecho específico, ya que pone de relieve el rol de supervigilancia y cuidado que está teniendo el instituto emisor sobre el funcionamiento del mercado financiero.
En efecto, en varias ocasiones, y muy notoriamente en los últimos años, el Banco Central ha advertido de situaciones que a su juicio requieren de atención por parte de los agentes económicos, dados sus potenciales alcances sobre el desempeño del mercado financiero. Así ocurrió, por ejemplo, con el IEF de fines del año pasado, cuando puso una nota de advertencia sobre lo que estaba ocurriendo en algunos segmentos y sectores del mercado inmobiliario.
Con diez años de vida, los IEF han sido uno de los canales usados por la autoridad a la hora de cumplir su mandato de velar por el normal funcionamiento de los pagos internos y externos. En otras oportunidades han sido referencias verbales respecto de determinados mercados o conductas de los agentes, a lo que se podrían añadir las denominadas medidas macroprudenciales, que apuntan a limitar los riesgos financieros sistémicos. El Banco Central ha avanzado y tiene espacio para seguir creciendo en este rol.