La simplificación del esquema tributario chileno será claramente un tema en el equipo programático de la candidatura presidencial de Sebastián Piñera.
De acuerdo a lo expuesto por la macrocoordinadora de la instancia, Susana Jiménez, la idea es volver a poner los incentivos correctos para estimular la inversión y el ahorro en el país, en el entendido que algunos de los cambios a la estructura y términos del sistema impositivo promovidos por la actual administración contrarrestaron su impulso en los últimos años.
Pero, tal vez lo más importante del planteamiento de la economista, dice relación con la convicción del grupo de trabajo de que los ajustes futuros deben tener una correspondencia con la responsabilidad fiscal.
De allí se entiende su lógica y sana preocupación por reasignar gasto o racionalizar en un eventual segundo gobierno de Piñera.
Más o menos impuestos necesariamente repercuten en la cantidad de recursos del Estado y, en un escenario de menor crecimiento económico -que a su vez, le resta ingresos al sector público-, la disposición a no aumentar los compromisos financieros estatales resulta del todo bienvenido.