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El difícil escenario político de Túnez
Si bien Túnez es uno de los países más pequeños de África del Norte, el espíritu de revuelta que se manifestó allí podría contagiar al resto de la región. Casi todos los países sufren de los mismos males: regímenes corruptos y represivos que hacen caso omiso de las necesidades de los ciudadanos, graves desequilibrios sociales y económicos, un alto costo de vida y una elevada cuota de desempleo entre los más jóvenes.
The Independent, Londres
La organización de las elecciones generales depende de la formación de un gobierno de unidad nacional, que deberá ser representativo. En vista de la política que ha llevado a cabo hasta el momento, Francia haría mal en dcitar el camino a seguir. París reaccionó a la brevedad distanciándose bien claramente del presidente derrocado y sus adeptos.
Le Figaro, París
Ni el presidente interino Mebazaa, ni el jefe de Gobierno Ghanouchi (...) representan un cambio. Son fieles seguidores de Ben Ali y la población los considera igualmente corruptos y poco creíbles. Por el otro lado, existe una oposición domesticada por Ben Ali. Las fuerzas democráticas, que hasta ahora no forman parte del aparato estatal que todo lo dirige, necesitan tiempo para constituirse.
Tagesspiegel, Berlín
Si bien Túnez es uno de los países más pequeños de África del Norte, el espíritu de revuelta que se manifestó allí podría contagiar al resto de la región. Casi todos los países sufren de los mismos males: regímenes corruptos y represivos que hacen caso omiso de las necesidades de los ciudadanos, graves desequilibrios sociales y económicos, un alto costo de vida y una elevada cuota de desempleo entre los más jóvenes.
The Independent, Londres
La organización de las elecciones generales depende de la formación de un gobierno de unidad nacional, que deberá ser representativo. En vista de la política que ha llevado a cabo hasta el momento, Francia haría mal en dcitar el camino a seguir. París reaccionó a la brevedad distanciándose bien claramente del presidente derrocado y sus adeptos.
Le Figaro, París
Ni el presidente interino Mebazaa, ni el jefe de Gobierno Ghanouchi (...) representan un cambio. Son fieles seguidores de Ben Ali y la población los considera igualmente corruptos y poco creíbles. Por el otro lado, existe una oposición domesticada por Ben Ali. Las fuerzas democráticas, que hasta ahora no forman parte del aparato estatal que todo lo dirige, necesitan tiempo para constituirse.
Tagesspiegel, Berlín