Perspectivas de crecimiento para la ecomomía mundial

Un positivo escenario para la economía mundial planteó el Fondo Monetario Internacional (FMI) la semana pasada. La entidad no sólo contempló la posibilidad de una expansión de 4,4% para el ejercicio en curso, sino que, además, estimó una variación de 4,5% para 2012.



A todas luces, se trata de cifras auspiciosas en una perspectiva histórica y que llaman especialmente la atención porque en la actualidad hay varios frentes que agregan incertidumbre a la marcha de la actividad productiva internacional. La inestabilidad política en Medio Oriente -una presión persistente sobre el precio del petróleo-, los problemas fiscales en Europa, las crecientes presiones inflacionarias, la apreciación de monedas emergentes e, incluso, el terremoto en Japón, completan un cuadro que bien se hubiese esperado que entorpeciera un segundo año de alza en el PIB tras la crisis internacional.

Lo que no ha cambiado, según las cifras del FMI, es el papel preponderante de las economías en desarrollo versus las desarrollados en el ritmo con el que avanza el mundo.

Los puntos débiles de este panorama, no obstante, tampoco varían mucho: un alto desempleo y un exceso de gasto público en muchos países.