Gracias a ambiciosos viticultores, creciente demanda, un cambio de gusto por un estilo de vino más ligero, e incluso el cambio climático, el número de plazas globales para el vino es cada vez más amplio. "Siempre he sido un adicto a descubrir vinos, constantemente a la caza de nuevas uvas, nuevas cosechas, nuevos productores de vino, y especialmente nuevos lugares donde nunca se ha plantado una vid antes", afirma Elin McCoy de Bloomberg Business. En las siguientes ocho plazas, el buen vino está en camino de convertirse en un gran vino.
Valle del Maule, Chile
Este largo y estrecho país, con cerca de trece regiones vinícolas, ha plantado recientemente viñedos en lugares extremos: a altitudes de casi 7.000 metros en los Andes y en el medio del desierto de Atacama. "Pero yo soy un fan de la región poco conocida del Maule, en el sur del Valle Central, donde pequeños viticultores descubrieron las vides Carignan y País. Aunque la mayor parte de los 36 millones de litros de vino del Maule (en 2013) son Mainstays, Cabernet y Sauvignon Blanc, estas viñas ofrecen algo verdaderamente especial.
Tokaj, Hungría
Reconocida por su vino, la histórica región de Tokaj recibirá una inversión de US$ 374 millones en los próximos cinco años para mejorar sus viñedos y reforzar su reputación -bajo el régimen comunista, la cantidad era más importante que la calidad-. Sus 5.500 hectáreas de viñedos, a una altitud de 800 metros en las laderas volcánicas, producen principalmente tres uvas blancas autóctonas, entre ellas Hárslevel y Furmint. Esta última variedad es clave para lograr esos deliciosos vinos dulces asociados con la región.
Virginia, EEUU
Thomas Jefferson cosechó uvas en este estado, pero no pudo hacer grandes vinos. Aún así, la era moderna (a partir de los '70) ha atraído a más de 240 viticultores, incluyendo a Donald Trump y el cofundador de AOL, Steve Case. En 2014, se vendieron 500 mil de cajas y ahora parecen estar en un punto de inflexión. De los ocho vinos blancos (Chardonnay, Sauvignon Blanc, Riesling, y varios más), el más prometedor es Viognier, pero los mejores vinos hasta el momento son las mezclas de estilo Bordeaux tinto elaborado con Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Merlot y Petit Verdot.
Yarra Valley, Australia
Cuando uno piensa en un vino australiano, es posible imaginarse un exitoso Shiraz, "pero las botellas más interesantes que he probado en mi reciente visita a Australia fueron los Pinot Noirs de este fresco y verde valle a una hora en auto al noreste de Melbourne", comenta McCoy. Aunque el centenar de bodegas de la zona producen sólo 4% de los vinos australianos, este lugar es un hervidero de enólogos jóvenes y ambiciosos, que buscan producir gran Pinot Noir y Chardonnay, la uva más plantada de la región, pero en el radar están un Shiraz de estilo más ligero que ellos llaman Syrah, Sauvignon Blanc, e incluso Nebbiolo.
República de Georgia
Esta es la tierra de Qvervi, las ánforas barrigonas de arcilla, forradas con cera de abejas y enterradas por los viticultores en una tradición que sirve para fermentar el jugo de cerca de 500 variedades autóctonas de uva. El método y la historia vitivinícola de 8.000 años del país le han dado su encanto tanto para los vinos tintos como para los blancos. El actual renacimiento del vino fue ayudado por un embargo ruso de siete años que obligó a los productores a exportar su producción. Entre las quince variedades más importantes, uno rojo (Saperavi) y dos blancos (Rkatsiteli, Mstvane) tienen el mayor potencial global.
Sur de Inglaterra
Olvídese del famoso clima húmedo y frío de Inglaterra, que no favorecía la cosecha de uvas para vino. El calentamiento global y el suelo calcáreo hacen de la costa sureña un lugar ideal para el vino espumante: 66% de los 4,5 millones de botellas producidas aquí son de ese tipo. Al igual que Champagne, Chardonnay y Pinot Noir son las uvas más plantadas. "Cerca de 150 bodegas están apostando por el futuro, y hasta ahora, he encontrado que los mejores vinos proceden de las llanuras del sur de Sussex", indica McCoy.
Lodi, California
A una hora y media al este de Napa Valley, Lodi tiene una larga historia de cultivo y venta de uvas a los forasteros y desde hace poco ha desarrollado sus propias bodegas; ahora hay alrededor de 80. La tierra es barata, por lo que los precios del vino son bajos. Este es un campo para vino tinto y la capital de la variedad Zinfandel para California, produciendo uvas por alrededor de un tercio de las Zins premium del estado. Los viticultores producen aquí algunos de los ejemplares más audaces de esa zona. Pero los aventureros están experimentando con unas 70 variedades, entre ellas Tempranillo de España, Touriga Nacional de Portugal, y Barbera y Primitivo de Italia.
Monte Etna, Sicilia
Las pendientes de 45 grados de un enorme volcán en el este de Sicilia no hacen pensar en viñedos; pero en la última década, el Monte Etna se ha convertido en una de las regiones vinícolas más interesantes de Italia. Hace 30 años había cinco productores; ahora hay cerca de 90 que cultivan vides en elevaciones de 2.000 a 3.500 pies. Las uvas autóctonas Carricante para los vinos blancos y Nerello Cappuccio para los tintos producen los mejores vinos. La elevada altitud y el terreno rocoso resultan en peculiares vinos.
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