“Nos dimos cuenta de que Canto Católico tiene una vocación global. No nos podemos quedar sólo en Chile, el potencial es muy grande”, dice José Miguel Correa, director ejecutivo de la fundación creada en 2016. Las cifras lo acreditan: tienen 380 mil suscriptores en YouTube y 55 millones de reproducciones, de las cuales entre el 5% y el 6% provienen de nuestro país.
Por: Por Sofía García-Huidobro
Publicado: Viernes 13 de septiembre de 2024 a las 15:54 hrs.
Más de 7 millones de reproducciones en YouTube suma el video más visto de la Fundación Canto Católico. La pieza, subida en junio de 2018, muestra el canto gregoriano Adoro te devote, con texto de Santo Tomás de Aquino intercalado con imágenes de la fiesta religiosa de Cuasimodo.
“Ese video lo ven desde afuera los gringos y se impresionan: ‘¿qué es esto con caballos, con carrozas, la gente con estos pañuelos en la cabeza, banderas del Vaticano, de Chile’? Les llama mucho la atención sobre todo porque el Adoro te devote es una melodía tradicional que conocen muy bien”, comenta José Miguel Correa, director ejecutivo de Canto Católico.
La fundación nació como idea de un grupo de cinco profesionales en 2015 y al año siguiente se formalizó. Inicialmente se trataba de fortalecer la participación de los coros en las misas católicas a través de una aplicación para teléfonos móviles donde se pudiera acceder a un repertorio musical litúrgico.
Crearon un canal de YouTube para subir algunos cantos, sin sospechar en un principio que varios de ellos se viralizarían. El cuarto video fue un himno a San José, con él se pegaron el salto y pasaron de tener miles de reproducciones, a cientos de miles, que después se transformarían en millones. Y cada 19 de marzo, que es la fiesta de San José, esa pieza vuelve a tener entre 70 y 100 mil nuevas reproducciones, agrega.
El contenido voló con alas propias y hasta lugares lejanos. Correa cuenta que además de los países de habla hispana, tienen visitas de Brasil, Estados Unidos, Italia e incluso parajes más remotos como Filipinas. Esto lo saben por las métricas y porque los usuarios de diferentes partes suben sus propias versiones en sus respectivos idiomas.
“Esto empezó a tomar otro rumbo porque nos dimos cuenta de que la fundación tiene una vocación global. No nos podemos quedar sólo en Chile, el potencial es muy grande”, dice el director ejecutivo. Las cifras lo acreditan: tienen 380 mil suscriptores en YouTube y 55 millones de reproducciones, de las cuales entre el 5% y el 6% provienen de Chile.
Otro dato que destaca es que la música es consumida no sólo por feligreses católicos. “Busca generar un espacio espiritual para conectar con nosotros mismos y con este ser superior al que nosotros llamamos Dios. Le sirve a mucha gente. Los comentarios que recibimos en su mayoría son de personas que agradecen esta música porque les da paz. Eso se repite mucho”, describe el ingeniero comercial y MBA que trabajó en el segundo gobierno de Sebastián Piñera y se incorporó a la fundación en 2022. Cuenta que su relación con la música viene de su época de estudiante, fue uno de los creadores del movimiento de música de Misión País en la Universidad Católica y parte del coro universitario.
¿Cómo se define el estilo musical de Canto Católico? No se casan con un estilo determinado dentro de la música religiosa, dice. Han producido piezas con elementos de folclor, como una oración de San Francisco de Asís grabada con charango y quena, entre otros instrumentos.
“Postulamos que sea música sacra, algo que está destinado a Dios y que en cualquier parte del mundo sea reconocible como tal. Si entonas un canto gregoriano en Asia, se entiende que es algo dedicado para la alabanza de Dios y la santificación del hombre. Esa es nuestra máxima”.
El director musical de la fundación es Juan Guillermo Negrete, compositor que Canto Católico envió a estudiar música sacra en el Instituto Pontificio en Roma. De vuelta en Chile, Negrete se dedica a componer piezas originales y adaptar otras, y está a cargo de dictar un curso que imparte la fundación y que ha beneficiado a 20 parroquias de la zona metropolitana. Como la misión es llegar a más gente, actualmente están preparando una versión online con el propósito de internacionalizar su metodología. Este proyecto pretenden impulsarlo en conjunto con el CELAM (Consejo Episcopal Latinoamericano y del Caribe).
Correa comparte una experiencia para ilustrar el tipo de acciones que han realizado en el extranjero. A fines de 2023 grabaron un himno a la Virgen de Guadalupe en la Basílica de CDMX. Para financiar este video impulsaron una campaña internacional de crowdfunding que reunió 15 mil dólares. Apunta que México es el país donde cuentan con mayor número de seguidores y son muy conocidos, lo que les permitió coordinar el cierre de la basílica para la filmación.
Viajó un coro de voluntarios de Canto Católico y se les sumó una cantante mexicana, ex participante del programa de talento The Voice en su país, además de músicos mexicanos y equipo de producción. “Fue muy bonito”, recuerda. Ese video se publicó el 1 de diciembre, previo a la fiesta de la Virgen de Guadalupe que es el 12 del mismo mes. Sólo en esos pocos días alcanzaron más de 220 mil visitas.
Aprovecharon el viaje a México para dar un concierto con más de mil personas, además de otras instancias más pequeñas y reuniones para establecer redes de contacto. Dieron un concierto en la Diócesis de Izcalli, cuenta el director ejecutivo, donde se les acercaron seminaristas que les decían que su música era “el soundtrack de sus estudios”.
“Lo que más me gusta rescatar y parezco feriante diciéndolo tanto, es que podemos sentirnos orgullosos como chilenos porque estamos sonando muy fuerte afuera”, enfatiza Correa. Él mismo se ha contactado con influencers de España, comenta, que conocen Canto Católico. “Estuvimos hace casi un mes en un encuentro de coros religiosos en Argentina y allá éramos rockstar, la gente quería sacarse fotos con nosotros”, agrega riendo. Incluso el sacerdote Marco Frisina, cuenta, importante compositor del Vaticano, los invitó a participar como solistas.
El modelo de gestión se basa en tres pilares. El “caballito de batalla”, que son las producciones tanto para el canal de YouTube como para Spotify y Amazon Music, las presentaciones en vivo y la realización de conciertos espirituales. Y la formación, a través de los cursos y talleres que se enfocan en la conformación de coros de niños y niñas en colegios y fundaciones, para lo cual buscan capacitar a profesores de música que utilicen su metodología.
“Nos hemos vuelto bastante expertos en lo que es música sacra. Internamente tenemos la convicción de que a través de lo que hacemos evangelizamos. Nuestra idea es ir ‘acompañando’ desde nuestro ámbito, la labor de la Iglesia”, afirma.
Como han ido tomando consciencia del impacto visual de los videos, trabajan con guiones, montaje y producción, que también transmita un mensaje. Adelanta que un próximo video quieren enmarcarlo en una de las iglesias patrimoniales de Chiloé, de manera de mostrarle al mundo parte de la cultura nacional.
La fundación funciona con cinco personas de planta fija en una oficina pequeña del barrio El Golf. “Entre el 40 y el 50% de nuestro financiamiento es a través de crowdfunding, socios de Canto Católico que apoyan a la fundación. Queremos crecer en eso para ganar estabilidad”, afirma Correa.
Alrededor de un 25% y un 30% proviene de donaciones anuales de personas naturales o jurídicas, a través de la Ley de Donaciones Culturales. Han recibido también aportes de algunas parroquias y el otro 20% y 25% recae en ingresos por alianzas con el sector privado o con otras entidades como Fundación Irarrázaval y la Fundación Cultura Nacional, además de otras alianzas de contenido como es el caso de His Way at Work y Hallow, app de oraciones católicas que ofrece sesiones de meditación guiadas por audio.
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