Como una dosis de realidad que entró directo a la vena de las expectativas se convirtió la histórica caída que acusó el Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) de 14,1% en abril, comparado con igual mes de 2019 .
La contracción fue la de mayor magnitud desde que el Banco Central comenzó a publicar el indicador en 1986, lo que se asimila a bajas del Producto Interno Bruto (PIB) vividos en medio de la crisis de 82-83.
Como resultado del impacto que tuvieron las cuarentenas en el país, el Imacec minero cayó 0,1%, mientras que el no minero lo hizo 15,5%. El resultado de este último tuvo estrecha relación con los efectos de la emergencia sanitaria, en donde las actividades más afectadas fueron los servicios y el comercio, y, en menor medida, la construcción y la industria manufacturera.
Para el economista de BICE Inversiones, Marco Correa, en mayo el nivel de deterioro en la actividad se agudizará (-17%), ya que las restricciones sanitarias han ido aumentanto.
Con este supuesto, y tomando en cuenta que “por ahora las señales apuntan que al menos” las cuarentenas se extenderán en el Gran Santiago hasta mediados de mes, para junio asume un golpe que en magnitud será similar.
El economista de Banco Santander, Gabriel Cestau, se sumó a los pronósticos de un golpe para la actividad en el quinto mes superior al de abril (-15%). Esto, porque ya se demostró que los efectos en el corto plazo de la pandemia por Covid-19 “han sido más intensos de lo que se pensaba”.
El economista jefe de Banco Itaú, Miguel Ricaurte, mantuvo sus expectativas para este año, pero le agregó un “claro sesgo bajista” (-3,7%).
El retardo de la recuperación
El antecedente de abril, para el gerente de estudios de Gemines, Alejandro Fernández, le hace suponer en alguna medida un retardo en la llegada de la recuperación de la economía, para la cual prevé una caída de 8% este año. El acento de su argumento lo puso en que -contrario a lo previsto inicialmente- hoy tiene “una perspectiva de mayor duración de la pandemia”. Ante esto, no espera ver signos de mejoría antes de julio o agosto, los que aclaró serán “leves”. Y sólo desde septiembre a octubre estos se harían sentir con más firmeza.
El economista jefe de BCI Estudios, Sergio Lehmann, comentó que “la evidencia más reciente sugiere que el levantamiento de restricciones será más tardío y gradual”.
En este contexto, a su juicio, los primero signos serían muy tímidos hacia fines de año.
Quienes no hicieron modificación de su escenario fueron el subgerente de Estudios de Econsult, Mauricio Carrasco, y la economista socia de FK Economics, Valentina Konow. Ambos ya estaban en el escenario más pesimista del mercado (-8%).
Carrasco asume que recién “en agosto podríamos ver una reactivación más notoria”, pero agregó que “de todas formas seguiríamos viendo cifras negativas en doce meses, con un registro del orden de -3% en el cuarto trimestre”.
Para Konow, los primeros signos de mejoría de la economía se originaríana partir de septiembre “sin embargo, necesitamos ser cautelosos con esta predicción”. Esto porque, mencionó que extendese aun más las cuarentenas este año el PIB podría decrecer más allá de 8%, incluso 10%.
El economista jefe de BTG Pactual Chile, Pablo Cruz, admitió que la “fuerte caída de abril fue muy superior” a sus expectativas, por lo que ya asumió que recién hacia mediados del tercer trimestre se iniciaría una mejoría en la economía.
Reactivación en 2021
En este escenario la reactivación se daría en 2021, pero en un contexto de alta incertidumbre.
En su informe, Scotiabank explicó que si bien en los próximos meses espera “cierta recuperación en el nivel de actividad”, la comparación interanual aún registraría “tasas de crecimiento negativas todo el resto del año, salvo octubre y noviembre, donde la comparación es más favorable debido al estallido social del 18-O”. Con ello, afirmó que a pesar de que habrá “fuertes expansiones de la actividad a inicio de 2021, y cierta recuperación la segunda parte del 2020, las brechas de capacidad de la economía permanecerán abiertas los próximos dos años”.
El economista jefe de Credicorp Capital, Daniel Velandia, estimó que para 2021 sólo tiene análisis preliminares que dan cuenta de una expansión entre 3% y 4%, pero advirtió que ello dependerá “en gran medida de lo que suceda en este segundo trimestre del año” en la medida que se logre repuntar en el camino lo perdido en estos meses.
Más pesimista, el economista para Latinoamérica de Goldman Sachs, Paulo Mateus, presagió que todavía cuando habrá cierta recuperación de la actividad en junio en comparación con el período de abril a mayo habrá tasas de crecimiento anual negativas durante el primer trimestre de 2021, y el PIB real sólo volverá al nivel antes de las protestas de octubre a mediados de 2022.
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