¿Por qué se produce la brecha entre bonanza económica y baja aprobación?
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Por S. Vega y C. Betancourt
La encuesta Adimark de mayo, que arrojó un alto nivel de desaprobación al presidente Sebastián Piñera, abrió un análisis en torno a los elementos que inciden en la baja popularidad del mandatario. Las buenas cifras macroeconómicas, reflejadas en el histórico PIB de 9,8% del primer trimestre y el descenso de la tasa de desempleo hasta un 7%, supondrían un freno al efecto negativo provocado por el descontento a raíz de HidroAysén y las manifestaciones de los últimos días. Sin embargo, el gobierno no ha logrado capitalizar en las encuestas la bonanza económica por la que atraviesa Chile. ¿Por qué?
“El impacto de los buenos índices, no son inmediatos”
Para el Decano de la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo (UDD), y cientista político, Eugenio Guzmán, el impacto de los buenos resultados económicos como el crecimiento, la generación de empleos, entre otros, “no son inmediatos”. Lo anterior, a su juicio, podría explicar porque los índices postivos no repercuten en forma directa en el apoyo al gobierno.
“Esos efectos no están siendo -excepto el de los empleos- percibidos con toda la intensidad y con toda la profundidad y desde ese punto de vista, eso podría no estar impactando positivamente en la evalución que tiene el gobierno”, señala.
Para Guzmán, lo anterior se debe a que el crecimiento económico “toma su tiempo, dependerá de la velocidad que se exprese. En la medida que se vayan concretando esos efectos puede ser que haya un cambio en ese sentido”, refrendó.
Del mismo modo, advierte que los episodios dados en el escenario mundial como el alza de los combustibles y de los alimentos, también han repercutido de manera significativa, en la población.
Sin embargo, dice que la baja aprobación que obtiene el gobierno en la última encuesta, no se debe exclusivamente a factores económicos.
“Los gobiernos de la Concertación que vivieron sus peores momentos de popularidad con Ricardo Lagos en los primeros años hasta 2003, y con Eduardo Frei, al final de su mandato, siempre sus parlamentarios ‘les prestaron ropa’, los blindaron en su conjunto. Hoy en día no vemos eso. No hay bindaje”, finalizó.
“A la gente le preocupa el alza en el costo de la vida”
El economista de la Universidad de Chile, Joseph Ramos, hizo hincapié en varios aspectos que explican la elevada desaprobación de Sebastián Piñera, enfatizando principalmente, el aumento del costo de la vida de las personas como una de las principales claves para entender la nutrida desaprobación hacia el mandatario.
“El tema económico que preocupa más a la gente es el alza en el costo de la vida. No hay que hablar sólo de los grandes promedios, hay mucha gente cuyos ingresos nominales no han subido, y esa gente, obviamente, está siendo muy golpeada, porque es la más modesta, entonces tener que pagar más en alimentos todos los meses pesa, eso le duele mucho más ‘ al promedio’, indicó el experto.
Joseph Ramos argumentó, en la misma línea, que el tema de la inflación sí le preocupa a la gente, y “si bien las presiones internacionales de precios han menguado en los últimos tres meses, las presiones internas van hacia arriba, o sea, las holguras de capacidad ociosa y desempleo van acabando, con lo cual va a ver más presión sobre los costos laborales y todos los demás, y eso va afectar la inflación”.
Otro factor identificado por el especialista, apunta a que no siempre las cifras establecen parámetros, pues este problema es mal de muchos gobernantes. “No es al primero al que le sucede, hay que recordar que Alan García y Alejandro Toledo, tuvieron muy buen desempeño económico en Perú, pero terminaron su mandato con una muy baja aprobación, así que no es que la pura economía mande”, aclaró el académico de la Universidad de Chile. Al finalizar, Ramos señaló que la poca empatía de Piñera le juega en contra. “No es visto como cercano en el sentido humano”, sentenció.
“Vamos a topar pleno empleo hacia fin de año”
Para Erik Heindl, economista de la Universidad Gabriela Mistral (UGM), es necesario que el gobierno busque el pleno empleo para menguar su escasa popularidad, aunque advirtió que recién veremos esas circunstancias al cerrar este año o al comenzar 2012.
“Si uno toma los números históricos, en general, las cifras de la época en que la economía estaba a pleno empleo son consistentes con números entre 5,5% y 6%. Probablemente, si se sigue creciendo como hasta ahora, vamos a topar pleno empleo hacia fin de año o comienzos del próximo”, sostuvo el experto.
Erik Heindl agregó que “lo que debería ocurrir cuando venga el pleno empleo es que los salarios empiezan a crecer más rápido, y ahí sí debería haber una sensación de bienestar en los trabajadores, cosa que hoy no se tiene, porque si bien se han hecho avances, ha existido inflación muy fuerte especialmente, en alimentos”.
Aunque reconoció que la inflación ha ido en contra de los planes de la administración de Sebastián Piñera, el académico de la UGM se atrevió a dar su receta: que la gente eleve sus sueldos para que de esa forma incrementen también su poder de consumo.
“Una vez que estemos en pleno empleo y los salarios crezcan más rápido, los salarios reales, y por lo tanto, aumente el poder adquisitivo. Eso debiera cambiar, aunque el próximo año”, concluyó.