Los mercados reaccionaban e las primeras operaciones del lunes moderadamente al impacto de la guerra en Medio Oriente, debido a que se amortiguaban los temores a una interrupción petrolera debido al conflicto entre Israel e Irán al que se sumó Estados Unidos el sábado, cuando bombardeó las instalaciones nucleares de Irán en Natanz, Fordow e Isfahán.
Esto, en respuesta al aumento de las hostilidades entre la República Islámica e Israel, que cumplen ya diez días de intercambios de ataques balísticos que han incrementado la tensión en Medio Oriente.
Los futuros de acciones estadounidenses subieron ligeramente a las 7 de la mañana hora de Chile y los precios del crudo fluctuaron ante la especulación de que es improbable que la respuesta inmediata de Irán al bombardeo de Washington a sus instalaciones nucleares interrumpa significativamente el tráfico de petróleo desde Oriente Medio, indicó Bloomberg. El dólar avanzó. Los contratos del S&P 500 subieron un 0,1%.
El crudo Brent cedió un avance de hasta un 5,7%, hasta menos del 1%, cotizando por debajo de los US$ 78. Aun así, el dólar se fortaleció un 0,6 % frente a una cesta de divisas, avanzando frente a todas las divisas del Grupo de los 10, ya que los operadores se protegieron contra el riesgo de nuevas subidas del precio del petróleo. Los bonos del Tesoro estadounidense bajaron ligeramente.
El petróleo, que ha subido más del 12% desde el inicio del conflicto entre Israel e Irán, siguió siendo el centro de atención, ya que cualquier interrupción del tráfico a través del Estrecho de Ormuz plantea el peligro de un aumento repentino de los precios de la energía y una mayor inflación. Si bien el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, afirmó que el país se reservaba todas las opciones de respuesta, aún no se han observado indicios de interrupción de los flujos físicos.
"Los mercados consideran que la respuesta podría no ser tan drástica, ya que Irán se arriesgaría a antagonizar a otros que aún no se han visto atraídos", declaró John Bilton, director de estrategia multiactivo de JP Morgan Asset Management, a Bloomberg TV. El mercado está "absorbiendo un evento geopolítico en curso y juzgando que, a primera vista, esto no cambia el rumbo del viaje".
Durante el fin de semana, el principa temor se relacionó con el impacto alcista que el conflicto podría tener sobre el precio del petróleo, a lo que ayer se agregó un nuevo ingrediente: el Parlamento de Irán aprobó el cierre del Estrecho de Ormuz, por el que fluye alrededor del 20% de la demanda mundial de petróleo y gas.
El eventual cierre fue aprobado por el Legislativo de la república islámica, pero aún debe ser confirmado por el Consejo Supremo de Seguridad Nacional iraní para hacerse efectivo.
De todos modos, Grecia, con mayor capacidad para transportar petróleo que cualquier otro país, advirtió a sus armadores que reconsideraran su decisión de entrar en el Golfo Pérsico tras los ataques aéreos estadounidenses.
Los buques que planean navegar por el Estrecho de Ormuz, la vía fluvial que se encuentra en la entrada de la región, deberían “reevaluar su paso” hasta que la situación se normalice, según una circular enviada por su Ministerio de Transportes a los armadores, vista por Bloomberg. Asimismo, aconsejó esperar en puertos seguros cercanos.
En tanto, las fuerzas navales en la zona advirtieron que los buques, especialmente los vinculados a Estados Unidos, podrían estar en mayor riesgo.
Volatilidad
Durante el fin de semana, analistas citados por el medio hispano Expansión ya anticipan que un virtual cierre del Estrecho de Ormuz podría terminar impulsando el barril de crudo por sobre los US$ 100 por barril, complicando aún más los esfuerzos de los bancos centrales a lo largo del mundo por contener la escalada inflacionaria.
Si se confirma el bloqueo del estrecho y la interrupción de ese flujo, analistas de Goldman Sachs, Barclays y Société Générale consideran que el barril de Brent, ahora en cerca de US$ 80, superaría los US$ 100. Otros expertos son más pesimistas: Deutsche Bank considera que el petróleo se iría por encima de los US$ 120.
Históricamente, salvo en el caso de 1973, cuando el bloqueo árabe a los envíos de petróleo tras la guerra del Yom Kippur hizo caer los mercados un 17% en pocas semanas, estas correcciones por sucesos en Oriente Medio suelen ser recuperadas en poco tiempo.
Aniket Shah, analista de Jefferies, dijo en una nota a inversionistas que “los elevados precios del petróleo ponen en riesgo la reciente tendencia de desinflación y complican el camino de la Fed para recortar las tasas”.
Se resiente la diplomacia
Además de las preocupaciones en el mundo bursátil, la jornada del domingo vio escalar las tensiones entre las partes involucradas en el conflicto.
Temprano en la mañana, el Pentagono señaló que los ataques contra instalaciones nucleares clave de Irán causaron “daños y destrucción extremadamente severos”, declaró Dan Caine, presidente del Estado Mayor Conjunto, y agregó que Washington utilizó aviones señuelo para sorprender a Teherán.
En una conferencia junto al secretario de Defensa, Pete Hegseth, el domingo, Caine señaló que Estados Unidos empleó “varias tácticas de engaño”, incluyendo el traslado de algunos bombarderos B-2 al Océano Pacífico para desviar la atención de Irán, antes de lanzar los ataques desde diferentes aeronaves.
Hegseth añadió que “todas nuestras municiones de precisión impactaron donde queríamos que impactaran y tuvieron el efecto deseado” al atacar los sitios nucleares de Fordow, Natanz e Isfahan.
Hegseth agregó que Estados Unidos “no busca una guerra”, pero advirtió: “Permítanme ser claro, actuaremos con rapidez y decisión cuando nuestra gente, nuestros socios o nuestros intereses estén amenazados”.
“El alcance de esto fue intencionadamente limitado. Ese es el mensaje que estamos enviando”, dijo Hegseth. “Así que Irán, en ese sentido, tiene una elección”.
Luego fue el turno de Irán para calcular los daños provocados por la embestida norteamericana, el ministro de Asuntos Exterior de la república islámica, Abbas Araghchi, escribió en su cuenta de X que los acontecimientos de la noche del sábado (mañana en el Medio Oriente) “son escandalosos y tendrán consecuencias duraderas”.
“Todos y cada uno de los miembros de la ONU deben estar alarmados por este comportamiento extremadamente peligroso, ilegal y criminal”, declaró Araghchi. “Irán se reserva todas las opciones para defender su soberanía, sus intereses y su pueblo”, complementó.
El cruce de declaraciones continuó durante la jornada dominical. Muestra de aquello es que el vicepresidente del Consejo de Seguridad y expresidente de Rusia, Dmitri Medvédev, advirtió que “hay países listos para entregar sus armas nucleares a Irán”
“No estamos en guerra con Irán. Estamos en guerra con su programa nuclear. Y estamos increíblemente agradecidos y orgullosos de los pilotos de la Fuerza Aérea que hicieron un trabajo increíble anoche”, declaró el vicepresidente norteamericano, JD Vance, en una entrevista con la cadena NBC.
El secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, hizo un llamado a China para evitar que irán bloquee el Estrecho de Ormuz.