Los ataques de Estados Unidos contra instalaciones nucleares clave de Irán causaron "daños y destrucción extremadamente severos", declaró Dan Caine, presidente del Estado Mayor Conjunto, y agregó que Washington utilizó aviones señuelo para sorprender a Teherán.
En una conferencia junto al secretario de Defensa, Pete Hegseth, el domingo, Caine señaló que Estados Unidos empleó “varias tácticas de engaño”, incluyendo el traslado de algunos bombarderos B-2 al Océano Pacífico para desviar la atención de Irán, antes de lanzar los ataques desde diferentes aeronaves.
El secretario de Defensa de EEUU, Pete Hegseth, y el jefe del Estado Mayor Conjunto, general de la Fuerza Aérea Dan Caine, ofrecen información en el Pentágono tras el ataque estadounidense a instalaciones nucleares iraníes
Hegseth añadió que “todas nuestras municiones de precisión impactaron donde queríamos que impactaran y tuvieron el efecto deseado” al atacar los sitios nucleares de Fordow, Natanz e Isfahan.
Sobre el sitio subterráneo de Fordow, que era el “objetivo principal” de Washington, afirmó: “Creemos que logramos la destrucción de sus capacidades”.
Midnight Hammer
La operación, denominada Midnight Hammer (Martillo de Medianoche), marcó el primer uso en combate de las bombas perforadoras GBU-57 Massive Ordnance Penetrator (MOP), conocidas como “rompe-búnkeres”.
Siete bombarderos B-2 llevaron a cabo los ataques, lanzando un total de 14 MOP sobre Fordow y Natanz, según Caine. Isfahan fue alcanzada con más de dos docenas de misiles Tomahawk disparados desde un submarino estadounidense.
Caine añadió que los aviones estadounidenses, que volaron durante 37 horas, aparentemente no fueron detectados por las defensas aéreas iraníes.
Los ataques profundizan el conflicto en Medio Oriente, que ha estado en crisis desde el ataque de Hamás a Israel en 2023. Se producen poco más de una semana después de que Israel lanzara misiles contra Irán, y Teherán respondiera atacando objetivos en Israel.
Hegseth señaló que los ataques “requirieron meses y semanas de posicionamiento y preparación” para estar listos cuando Trump diera la orden. El Presidente estadounidense dijo la semana pasada que tomaría una decisión sobre un ataque a Irán dentro de quince días.
Hegseth agregó que Estados Unidos “no busca una guerra”, pero advirtió: “Permítanme ser claro, actuaremos con rapidez y decisión cuando nuestra gente, nuestros socios o nuestros intereses estén amenazados”.
Al ser consultado sobre si Estados Unidos estaba preparado para una guerra prolongada, Hegseth reconoció que “cualquier cosa puede pasar en un conflicto”, pero dijo que la intención era dejar claro a Irán que se trató de un ataque puntual.
“El alcance de esto fue intencionadamente limitado. Ese es el mensaje que estamos enviando”, dijo Hegseth. “Así que Irán, en ese sentido, tiene una elección”.
Caine afirmó que las fuerzas estadounidenses en Medio Oriente estaban en máxima alerta ante una posible represalia iraní o ataques de sus aliados. “Nos defenderemos”, aseguró.