La Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados acaba de iniciar la discusión del proyecto de reforma política -aprobado la semana pasada por el Senado-, moción parlamentaria que pese a no tener urgencia, fue puesta en la tabla de la instancia e incluso algunos parlamentarios estaban disponibles para votarlo el miércoles recién pasado, lo que chocó con un sonoro rechazo de quienes se oponen.
En el marco de la tramitación de la iniciativa se escuchó en la comisión la opinión del Ejecutivo, representado por el ministro del Interior Álvaro Elizalde y de la titular de la Segpres Macarena Lobos, quienes hicieron especial hincapié en que esta es una moción parlamentaria y, Elizalde, recordó que las indicaciones del Ejecutivo fueron rechazadas o en la comisión en la Sala. Además, admitió no tener claridad acerca de si algunas de ellas o todas serían reincorporadas en la discusión de la Cámara.
“Un valioso esfuerzo por abordar el severo problema de fragmentación y gobernabilidad”
En fin, más allá de las aspiraciones del Ejecutivo o de los diputados respecto de la iniciativa, sí escucharon a expertos que expusieron su mirada sobre la materia. Uno de ellos fue el investigador de Libertad y Desarrollo, Jorge Ramírez, quien expuso acerca de los efectos que podría tener sobre la Cámara la reforma política en discusión, que califica como “un valioso esfuerzo por abordar el severo problema de fragmentación y gobernabilidad que se ha enquistado en nuestro Congreso Nacional”.
El documento presentado por Ramírez explica que “las formas de gobierno presidenciales requieren de una arquitectura legislativa que permita la generación de patrones claros de gobernanza en lógica oficialismo-oposición; por el contrario, los sistemas proporcionales, al bajar el umbral de acceso al escaño, permiten que tercera fuerzas adquieran un rol decisivo ejerciendo poder de veto, que muchas veces puede dificultar el proceso de gobernabilidad”.
El experto agrega que “si bien hoy existen algunos indicios de fragmentación en el sistema de partidos, el legislador debiera procurar no agudizar dicho fenómeno, sino más bien propender a una fórmula electoral que logre una sinergia positiva con nuestro sistema político”, alertó.
Efectos de la reforma
En este contexto, Ramírez entra de lleno en los efectos de la reforma político-electoral, partiendo de la base que los principios rectores para un buen sistema electoral son, a su juicio, eficacia gubernamental, estabilidad, representatividad, simpleza, competitividad y vinculación entre el representante y el elector; y que entre los años 1989 y 2021, pasamos de seis a 21 partidos políticos.
Así dicho, pareciera que la fragmentación de partidos, que preocupa cada vez más, adquirió fuerza a raíz de la conjunción de tres elementos: un sistema electoral proporcional, el sistema de financiamiento público a la actividad política y la flexibilización de las normas para la constitución de partidos.
De ahí que usando de base las principales definiciones de la reforma política establece los efectos que podría tener de ser aprobada, usando para la simulación las elecciones de 2021). Así la propuesta de que sólo los partidos que obtengan al menos un 5% de los votos a nivel nacional en la elección de la Cámara de Diputados u ocho parlamentarios puedan acceder a la representación en dicha Corporación, reduciría la fragmentación, pasando de más de 21 partidos con una media cercana a la de 1989 y 2016, es decir, se reduciría en promedio a siete partido, quedando la Cámara con 10.
Con la norma transitoria que se incorpora en el proyecto para las elecciones de este año y que rebaja a 4% de los votos a nivel nacional para acceder al Congreso, o bien, que el partido obtenga al menos 4 parlamentarios, se pasaría de 21 a 16 partidos.
Impacto de la norma en el actual Congreso
Y en régimen, es decir, en su aplicación concreta y total, aplicando la norma del umbral del 5% e incorporando la cláusula de los ocho parlamentarios y sin régimen de transición para la primera elección sucesiva, utilizando los datos de la elección 2021, se concluye que 11 partidos políticos habrían quedado excluidos de la asignación de escaños para este periodo y 29 de los actuales 155 diputados (19% del total) no habrían accedido al escaño.