Tras el envío del proyecto de Reforma a la Salud –compuesto por la transformación del sistema asegurador privado y la modernización de Fonasa– el 22 de abril pasado, seis de diez chilenos se manifiesta de acuerdo con los cambios que busca esta iniciativa. Una valoración que en el caso del nuevo modelo propuesto para las isapres se funda en su mayor solidaridad al establecer un plan único, eliminar las preexistencias y ofrecer igualdad entre hombres y mujeres. Así lo constató la segunda medición de la Encuesta de Percepción Reforma Integral a la Salud aplicada entre el 2 y 4 de mayo a personas mayores de 26 años de ambos sexos, de todos los segmentos socioeconómicos y de las 16 regiones de Chile.
Pese a la favorable percepción general, los resultados también constataron menores niveles de conocimiento en temas operativos más complejos del proyecto de ley, especialmente en lo referido al funcionamiento del futuro Plan Único de Salud, los niveles de cobertura o los montos de los deducibles que tendrán las distintas prestaciones en el sistema isapre. “Esto limita la confianza en que esta reforma podrían mejorar los planes de salud actuales, y si bien un amplio porcentaje de la población ha escuchado sobre la reforma, hasta ahora han logrado retener sólo los titulares. Por ello, el desafío comunicacional es poder explicar con más detalle las medidas que son más complejas”, señaló Miguel Pinto, subgerente Ipsos Public Affairs.
Decisiones de los afiliados
Uno de los supuestos de la reforma a la salud es que los cambios que se introducirán en el sistema de isapres estimularán una masiva migración de beneficiarios de Fonasa. Y no obstante el modelo propuesto considera un período de transición de dos años para quienes decidan hacer este traslado, los supuestos del gobierno establecen que hasta 400 mil personas podrian llegar desde el seguro público.
Sin embargo, este escenario proyectado sigue distante de la percepción actual de los afiliados al Fonasa: sólo un 3% de quienes cotizan en esa institución tienen considerado cambiarse en los próximos meses a una isapre tras el anuncio del proyecto de reforma. “Con el nivel actual de información que tienen los usuarios de Fonasa, vemos que, aún no se perciben claramente los beneficios que pueden tener el cambiarse a una isapre. Los datos muestran que los usuarios de Fonasa están menos informados y con poca claridad de los beneficios”, explicó Miguel Pinto.
Por el contrario, el reemplazo del sistema actual –criticado por castigar a las personas con mayores riesgos de salud– por un modelo que elimina las preexistencias y las barreras para cambiarse de plan, explica que un 35% de los afiliados a isapre declare su intención de cambiar de asegurador: de este grupo, un 16% piensan en la opción de otra institución privada y un 19% considera el sistema público.
“Un porcentaje importante de afiliados declara tener intenciones de cambiarse, y ven a la reforma como una oportunidad para cotizar mejores planes, sobre todo en el contexto actual en el que está muy presente el alza en los planes”, indicó Pinto.
A su juicio, en función del modo como la gente está percibiendo la reforma y que una de sus medidas más conocidas es la eliminación de las preexistencias “se avizora un escenario futuro de mucho movimiento y mayor competencia por las carteras de afiliados entre los actores del sistema privado”.
Percepción de la reforma
El conocimiento general de la reforma a la salud subió desde un 59% en la medición realizada en abril antes del anuncio presidencial, a un 72% de los encuestados a principios de mayo –liderados por los mayores de 55 años – y alcanzó un máximo de 81% entre los afiliados a isapres, mientras que en el caso de los encuestados del Fonasa se ubicó en un 70%.
La medida más recordada es la implementación del sistema solidario (61%), la eliminación de las preexistencias en las isapres (57%) y la implementación de un plan universal para todos sus afiliados (45%). Asimismo. el informe, destaca que se mantiene la brecha de conocimiento de este proyecto y sus implicancias entre los usuarios de los sistemas aseguradores de salud público y privado.
Baja disposición a la solidaridad de los afiliados al futuro sistema
"El carácter solidario de la reforma tiene un amplio nivel de aprobación como concepto general, pero a medida que las preguntas plantean al entrevistado que esto implicaría un desembolso de dinero mayor al actual, los niveles de aprobación bajan de manera importante", concluye el estudio de Ipsos en relación al eje solidario planteado en la reforma de salud, en el cual una parte de los recursos se destinarán a financiar los planes de los grupos que el sistema actual castiga como las mujeres embarazadas y en edad fértil, los adultos mayores y personas con enfermedades graves.
En efecto, mientras un 75% de los encuestados opina que la gente que paga más por sus planes debería tener una mayor cobertura de salud, un 61% manifestó su disposición a que una parte de su cotización financie a los grupos de mayor riesgo, en tanto sólo un 42% estaría dispuesto a costear un valor adicional al 7% que paga.
En cuanto a las personas que recibirán los mayores beneficios con la reforma, un 78% cree que serán los adultos mayores y un 74% las mujeres. Asimismo, la percepción de los encuestados también asigna expectativas de cambio positivo a las personas con preexistencias ( 73%) y a los afectados por enfermedades de alto costo (72%), así como en general a los usuarios de Fonasa (62%) e isapres (54%).
"En este contexto, los afiliados a isapres creen que esta reforma beneficia principalmente a quienes pertenecen al Fonasa, probablemente por el carácter solidario de ésta", señala el estudio.
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