Ayudas fiscales, arma de doble filo
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Señora Directora:
Llegó marzo y se manifiestan los efectos secundarios de las ayudas económicas estatales, soporte económico de dos años de pandemia que, aunque dieron un respiro a muchos chilenos, provocaron un daño que se mantendrá por un buen tiempo.
Un ejemplo que ilustra sus consecuencias es la situación de Constructora Beltec Limitada, que el pasado 18 de octubre solicitó el inicio de una reorganización judicial, para restructurar su pasivo. Esto, debido la interrupción de la cadena de suministro de construcción y la escasez de obreros dispuestos a trabajar, producto de la ayuda estatal a consecuencia del estallido y la pandemia; así, a Beltec no le quedó otro camino para evitar la quiebra.
A pesar de que los índices de morosidad en Chile han bajado a niveles históricos, irónicamente ya se empezó a manifestar la desaceleración de la economía, que hará que aumenten de forma significativa los Procedimientos de Liquidación y Reorganización.
Lamentablemente, la subvención estatal de bonos y retiros provocó que la fuerza laboral fuera escasa, afectando el normal funcionamiento de muchas empresas. Si bien la situación por la que pasamos requería la intervención estatal, esta fue tardía y poco prolija, sin preocuparse del efecto rebote que tendremos para este año y los que siguen.
Pedro Eguiguren
Eguiguren Abogados
