Cartas al Director
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Señor Director:
En relación al mall en construcción en Chiloé, se ha discutido sobre la calidad arquitectónica del proyecto, sobre el valor patrimonial del entorno, sobre lo invasivo de la mega-construcción, sobre el criterio de la entidad pública que otorgó el permiso de construcción, etc. Sin embargo, nada se ha dicho sobre el criterio del “empresario privado” que impulsó el proyecto, entendiendo como “empresario privado” a la persona natural o jurídica que lidera y actúa como inversionista principal del proyecto de construcción y operación del mall. Me pregunto qué criterios de inversión habrán llevado a la toma de decisión de inversión en un mall en un lugar como Chiloé, ¿se habrá hecho una consulta de mercado en el entorno?, ¿habrá mediado una evaluación económica rigurosa?, ¿se responde a una necesidad de los habitantes de la zona, hasta ahora ignorada por quienes en estos momentos tienen sus vestiduras completamente rasgadas después de haberse enterado de la construcción de la citada obra en una zona de alto valor patrimonial?.
Sería interesante que se ilustrara a la opinión pública, de primera fuente, sobre las motivaciones que llevan a un inversionista privado a concretar un proyecto de esta naturaleza, pues hasta donde me puedo dar cuenta, la desazón de la masa ciudadana al enterarse de lo que ocurre en Chiloé no proviene de un entendimiento patrimonial y arquitectónico profundo de la zona, sino de la percepción de que un empresario privado puede hacer lo que le plazca en donde quiera, sin una racionalidad aparente.
Juan Luis Hernández Viera,
INGENIERO CIVIL
Señor Director:
El trágico accidente de tránsito entre dos buses interprovinciales en la comuna de San Carlos, vuelve a poner sobre la mesa el problema del máximo de horas que el dueño de un vehículo comercial/industrial puede manejar.
Según la Dirección del Trabajo, el conductor del bus Berr Tur que supuestamente es el responsable de la tragedia manejó su máquina durante 15 días seguidos sin descanso. Además, según datos entregados por la Ministra del Trabajo, el chofer llegó a conducir 11 horas diarias en las jornadas previas al accidente.
La legislación actual permite a los choferes de locomoción colectiva interurbana manejar como máximo cinco horas continuas. Sin embargo, esta limitación no se aplica al chofer de Berr Tur. Esto porque la normativa se aplica a los choferes con un contrato de trabajo, pero no a los dueños que conducen sus propias máquinas, como es este caso.
Esta situación permite a un importante número de microempresarios de buses interurbanos y a un número significativamente mayor de dueños de camiones, conducir sus propios vehículos durante extensas jornadas por las carreteras del país, convirtiéndose en un verdadero peligro no solo para ellos, sino también para todos quienes transitan por las rutas.
Para poner fin a esta verdadera aberración, la norma que regula los tiempos de conducción en carretera de los conductores profesionales, debiera ser trasladada desde el Código del Trabajo, donde se encuentra actualmente, hasta la Ley del Tránsito. Esto permitiría aplicarla no solo a los trabajadores del transporte, sino a toda persona que se siente al volante de un bus o camión. Con este cambio no sólo se estarían protegiendo los derechos de los trabajadores, sino también la vida y la seguridad de todos los chilenos.
Julio Villalobos
Director del Centro Latinoamericano de Innovación en Logística (CLI) U. Andrés Bello
Señor Director:
La prensa escrita ha informado el jueves que en el conflicto de Aysén ha habido 57 carabineros heridos, de los cuales cinco están en estado de gravedad y a su vez solo hay 15 civiles heridos. También que hay 105 detenidos por atentados a carabineros con artefactos explosivos, bombas molotov y maltrato a los uniformados. Me gustaría que alguien me aclarara o respondiera ¿De quién es la violencia? ¿Quién la comienza?
EDUARDO GERMAIN CONCHA