Cartas

Cartas al Director

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Emprendimiento



Señor Director:


Coopeuch ha apoyado en el último tiempo distintas iniciativas destinadas a personas innovadoras, creativas y emprendedoras, así como otras cuyo objetivo es estimular el comercio, la inversión y el empleo y la defensa del consumidor.

Las políticas públicas están contribuyendo también de manera esencial a este propósito. Es el caso de todas aquellas impulsadas por Corfo, en su misión de promover el emprendimiento, y de la reforma a la legislación de quiebras y convenios. Dado que no todos los emprendimientos prosperan, sean de personas naturales o jurídicas, y considerando el financiamiento externo que suelen precisar los emprendedores, es indispensable una visión de nueva oportunidad para aquellos que fracasan, por ejemplo, por no haber estimado adecuadamente el tiempo de maduración de su proyecto. En estos últimos casos, es conveniente que el proyecto sobre quiebras considere plazos, extensión de garantías o la alternativa de una reorganización del modelo de negocios u otras fórmulas orientadas al surgimiento de la actividad que enfrenta una cesación de pagos, o dificultades que la lleven a proponer convenios con todos o algunos de sus acreedores.

La crisis de los años 80, con su secuela de quiebras y convenios, dio luces certeras sobre las renegociaciones y otros mecanismos de recapitalización, extensión de plazos y fórmulas ingeniosas, los cuales posibilitaron una salida de la economía. Las crisis generan una oportunidad, creemos que también un aprendizaje.



Raúl Novoa Galán


Presidente Consejo Administración Copeuch


Demandas sectoriales



Señor Director:


El ministro de Educación, Harald Beyer, tiene pergaminos de sobra para ejercer su actual función. Es honesto, trabajador, y en lo general busca los consensos. Sin embargo, de parte de él, y otras altas autoridades del gobierno, se ha estilado en referirse al tema de las demandas en educación, como “demandas sectoriales”. Ciertamente con escasez relativa de recursos, los sectores todos pujan por mayor asignación de recursos. Así tenemos de cuando en vez, camioneros, mineros, pescadores, empresarios, solicitando recursos extraordinarios, exenciones tributarias, etc. Sin embargo, tratar el tema de educación como una demanda sectorial es corto placista y carente de visión real de futuro. La educación en su calidad, acceso y financiamiento contribuye al desarrollo de todos los sectores productivos en el largo plazo, y ciertamente contribuye a mejorar la democracia y a atenuar la concentración tanto empresarial como de talentos. Así en el mismo sentido, se usa y abusa mucho de la palabra desarrollo tanto por los ministros Longueira y Larraín, y también por Andrés Velasco, Lagos y Frei en su momento. Hablar de alcanzar determinado ingreso per cápita no es suficiente para lograr el desarrollo, y aquí la educación debería ser parte de una Estrategia País en un sentido integral.



Francisco Castañeda


Economista Usach


Cuasi jaque al rey



Señor Director:


El domingo pasado circuló la noticia de una nueva captura del “Rey del Oxicorte”, apodo de un delincuente de nombre Roberto Muñoz Armijo, que se hizo tristemente célebre robando, mediante el uso de soplete, numerosos cajeros automáticos y tiendas. Esta vez fue capturado herido luego de un tiroteo con detectives de la PDI de Arica, tras una persecución tras ser sorprendido en un nuevo asalto a una casa comercial en el centro de esa ciudad, uno más. Fue llevado al Hospital Regional Juan Noé. El noticiero rezaba textualmente “el fiscal Mario Carrera informó que el Juzgado de Garantía amplió el plazo de detención hasta mañana a la espera de tener más antecedentes”.

No sé que garantizan el fiscal y el Juzgado a los ciudadanos honrados, porque este personaje de conocido y largo curriculum prontuarial continúa libre desde años, luego de cometer un cuantioso número de delitos. Junto con él fueron capturados otros dos de su banda. Sería interesante averiguar si estos próceres del delito ya están todos libres porque según la información, no pudieron llevarse el botín planeado.



Joaquín Melgarejo

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