Cartas

Cartas al Director

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Flexibilidad laboral

Señor Director:
Una buena reforma laboral sería al menos una en que cuando las cosas andan mal, el ajuste no sea tan costoso. En este sentido, podemos utilizar la evidencia que nos presentan las economías de Estados Unidos (flexible) y la economía de la región de la Zona Euro (más rígida). Si el mundo crece y no hay piedras en el camino, no vamos a observar grandes problemas, se crearán empleos en ambas, también en ambas los salarios subirán y en general no habrá grandes conflictos en el mercado laboral. Evaluemos que pasa en el otro contexto, cuando las cosas no van tan bien. Para ello podemos utilizar la profunda crisis del 2008. En concreto, los fríos números dicen que el promedio de la tasa de desempleo del 2008, antes de la crisis, en Estados Unidos se ubicaba en 5,4%. En el mismo periodo, en la región de la Zona Euro, la tasa de desempleo del bloque se ubicaba en 7,4%. Esa diferencia de 2 puntos podemos tomarla como un dato que es propio de diferencias de ambas economías. Ahora avancemos en el tiempo. El aumento máximo en la tasa de desempleo desde la fecha señalada fue de 4,7 puntos porcentuales en Estados Unidos, y de 4,6 puntos porcentuales en la Zona Euro, llegando a 10,1% y 12%, respectivamente. Sigamos avanzando en el tiempo hasta la actualidad. El último dato disponible registra una tasa de desempleo de 5,4% en Estados Unidos (misma cifra previa a la crisis) y de 11,3% en la Zona Euro (muy por sobre nuestro punto de partida para la región).
En otras palabras, podemos copiar la rigidez y otras cosas negativas de un modelo burocrático y poco competitivo, incluyendo sus enormes estados benefactores, pero cuando vengan los tiempos malos, no nos quejemos de las avisadas consecuencias. Incluso sería interesante pensar si se está dando la Quijotización de Sancho o la sanchificación de Don Quijote.

Félix Berríos Theoduloz, Magister Economía, PUC

Día de la Familia, 15 de mayo

Señor Director:
A nivel internacional se decretan ciertos días como relevantes para recordar, es decir, para volver a poner en el centro de la atención pública, algunas entidades o personas de especial relevancia. Al establecerse el Día internacional de la familia en el año 1993 se pretende eso mismo, dándole un tinte específico a cada momento histórico que se va viviendo.
Se pide este año reconocer la importancia de los niños en las familias contemporáneas, no olvidarse de sus derechos, que, siempre van ligados a sus propios deberes, pues son las dos caras de la misma moneda. Ambos, derechos y deberes brotan de una misión: en este caso la de los niños en las familias. No sólo piden ser ayudados a crecer en todos los ámbitos, también cumplen una misión: unir en torno suyo, entregar frescura, apertura a la vida, cariño. ¡Los hijos son unos de los más preciados bienes del matrimonio y la familia! Sin darse cuenta, ayudan al resto a salir de sí mismos y a no encerrarse en su egoísmo, en definitiva, a amar. No se puede amar sin salir del propio centro y del solapado egoísmo. Por eso, el reconocimiento de los derechos de los niños redunda, en el fondo, en la valoración de la unidad de familia y del papel fundamental que juega cada uno. Porque cada persona es importante.

Esther Gómez, Dirección de Formación e Identidad. Universidad Santo Tomás

Celiacos en Chile

Señor Director:
Actualmente, el mayor número de pacientes diagnosticados presenta enfermedad celíaca atípica, que requiere para su diagnóstico de especialistas y de un sistema de referencia eficiente a lo largo del país. Debe crearse una red de laboratorios de referencia con capacidad de realizar los exámenes necesarios para el diagnóstico; actualmente éstos se realizan sólo en unas pocas ciudades principales de Chile.

Camilo Aburto, Académico Escuela Nutrición y Dietética, U. Andrés Bello.

Cambio de gabinete

Señor Director:
¿Y el programa no se cambia?

Gabriel Guiloff

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