Cartas

CARTAS AL DIRECTOR

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Calidad en la educación


Señor Director:

La acreditación hoy es una fotografía en un momento. En el debate se deben plantear mejoras al sistema para que esto sea un proceso continuo en la cultura organizacional de calidad de cada institución. La autoevaluación inicial puede ser la base para un sistema de revisión periódica verificado por agencias externas con periodicidad igual para todos.

Cada revisión anual emite un dictamen, con el que se da continuidad a la acreditación, otorgando un puntaje o nota, con recomendaciones. Así hay certeza en los puntos de medición mínima para el próximo período. También se cuenta con una perspectiva de evolución de la institución según lo abordables o no que sean las recomendaciones. Las agencias acreditadoras se registran en la Superintendencia de Educación Superior, y reportan a ésta, quien a su vez supervisa que cumplan funciones según las normas que las regulen, manteniendo independencia en sus dictámenes.

La nota, categoría o puntaje reemplaza a los años, que pueden subir o bajar. Las Instituciones de Educación Superior quedan siempre bajo la evaluación de las agencias acreditadoras, pero con una óptica de cultura permanente en torno a la calidad del proceso, ya que las recomendaciones de mejora serán monitoreadas periódicamente.

Esto funciona tal como un emisor de valores reacciona cuando obtiene una baja en su clasificación de riesgo, reforzando su trabajo para ser atractivo para el inversionista, el objeto es evitar la fuga y consecuente baja en las cotizaciones. Su aplicación entrega alertas tempranas para fortalecer las áreas débiles, antes que lleguen a situaciones de crisis como las que hemos conocido.

Sucesivas notas bajas provocan intervención de la autoridad para evitar la caída de la institución afectada resguardando a los estudiantes. La intervención puede ser encomendada a síndicos previamente registrados en la Superintendencia y acreditados en la materia. Para que esto funcione y entregue garantías de no discriminación, transparencia y credibilidad en la información, el sistema debe ser un requisito de funcionamiento para cualquier institución, Estatal o Privada.

La actual CNA puede ser reformulada, de forma que su personal y presupuesto se destinen a la organización y puesta en marcha de la Superintendencia de Educación Superior. La tutela normativa y de calidad recae en la Superintendencia de Educación Superior.

La administración de las políticas públicas recae en la Subsecretaría de Educación Superior. Con esto lograremos un sistema de educación superior que entregue seguridad a todos respecto de su gestión continua de calidad y un adecuado control para velar el cumplimiento normativo que permita funcionar a las instituciones en ejercicio de la autonomía que ha fortalecido el crecimiento del sistema.

ESTEBAN RODRÍGUEZ PINTO
ABOGADO


Hoja de ruta previsional


Señor Director:

La Presidenta Bachelet anunció en su última cuenta pública una hoja de ruta previsional, que en palabras simples significa que en su gobierno no habrá grandes cambios al sistema, pero si se darán directrices para futuras administraciones. Lo anterior es una gran derrota si consideramos que en el primer gobierno de la mandataria se hizo una muy buena reforma previsional, que dejó las bases de continuidad para una segunda gran reforma para su actual gobierno.

¿Dónde estuvo el error? Se pasó de un análisis técnico y riguroso en el primer mandato, a una actual visión y criterios políticos de donde deben ir las pensiones, que se ejemplifican al acelerar la AFP Estatal. Lo único claro es que el tema previsional se volverá a tomar las próximas campañas presidenciales, y con ello saldrán una serie de propuestas populistas que sólo buscan mayor poder sobre los ahorros de los afiliados, buscando someterlos a la ineficiencia de la gestión del Estado.

EDUARDO JEREZ SANHUEZA

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