Cartas al Director

Señor Director:


Con igual ímpetu de voces que solicitan la urgencia de legislar una reforma a Alta Dirección Pública, adelanto -con frustración- que no habrá voluntad del gobierno para discutir sobre éste. La razón es sencilla y a la vez compleja. Sencillo, pues tal como comunicara el ministro Larroulet, para el gobierno no es prioritaria la reforma ADP, dado los resultados electorales municipales. La prioridad serán reformas en ingreso, educación y procesal penal. Complejo, pues era un compromiso presidencial. El subsecretario de Hacienda Julio Dittborn, adelantó incluso los detalles y avances del proyecto ADP. En un escenario tambaleante como el actual, promesas incumplidas, además de ser una equívoca señal, contribuye a fomentar la desconfianza ya existente.

Si hoy no es prioridad esta reforma, es porque nunca lo ha sido para este gobierno. Se eluden los temas centrales: eliminar figura del provisional transitorio; incluir servicios ejecutores de políticas públicas no adscritas como Fonasa, SII, SVS y SBIF, entre otras.

Difícil retomar confianzas cuando se incumple. Las señales confirman que este gobierno no será el que impulse cambios radicales a ADP. Sigue pendiente una visión amplia, que ubique al centro de la discusión, el rol fiscalizador que debiese tomar el Servicio Civil, base para la reforma ADP.



Juan Pablo Arriaza Zalá




Señor Director:


Pregunta: ¿Qué es más preocupante, la ignorancia pública o la abulia ciudadana?
Respuesta: No lo sé y no me interesa…


Gabriel Guiloff 




Señor Director:


Las elecciones municipales del domingo 28 de octubre dejaron en claro que las encuestas muchas veces son un mal predictor de la realidad. Mientras varias daban como seguros algunos triunfos de forma holgada, la ciudadanía dijo otra cosa en las urnas.

Con la incertidumbre que instala este nuevo escenario, no es descabellado preguntarse si los índices de adhesión que mantiene Michelle Bachelet en las encuestas, realmente son tan espectaculares como muchos piensan.

Si yo fuera miembro de algún partido de la Concertación, dejaría de destapar champagne y empezaría a preocuparme.



Augusto González M.





Señor Director:


Imagínese lo que hubiera sucedido si la Concertación no estuviera tan “desconcertada” como algunos sostienen.



Juan Luis Hernández Viera




Señor Director:


Estudiar bajo un programa riguroso de postgrado o desafiar los esquemas que uno tiene a través del coaching es el dilema shakesperiano que enfrentan actualmente los ejecutivos.

Según un estudio de Transearch, que analizó las principales inquietudes laborales de más de 1.200 profesionales, 38% de estos prefiere los estudios de postgrado y 35% el coaching a la hora escoger una herramienta para su desarrollo laboral.

Esto demuestra que los ejecutivos se han dado cuenta de que los postgrados no son suficientes para enfrentar los desafíos laborales y las demandas de los stakeholders, llevando a muchos de ellos a darle mayor importancia a las habilidades denominadas “blandas” y a utilizar el coaching como una herramienta para fortalecer estas competencias.

Por lo que el coaching desafía al profesional en su experiencia, paradigmas y juicios de valor. Va produciendo quiebres que le permitirán darse cuenta de si está estancado en su desarrollo profesional y si lo está, hacerle una invitación a cambiar la mirada sobre las cosas, y así evitar la transparencia del cuerpo que lo lleva a trabajar siempre de la misma manera y abrirse a nuevas formas de resolver los retos laborales.

El desafío para las universidades es incorporar en sus programas instancias diferentes de aprendizaje. El coaching es definitivamente una de ellas.



Cristián Duarte B.



Presidente Grupo Transearch – Mandomedio