Familia y trabajo
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Señor Director:
Por estos días, el proyecto de ley que busca establecer un equilibrio entre la vida familiar y laboral fue despachado a ley por la sala de la Cámara de Diputados. Una excelente noticia, se mire por donde se mire.
Precisamente, la evidencia indica que cuando hay políticas organizacionales que buscan integrar ambos aspectos, se ve una mayor productividad, menor ausentismo y mejor desempeño (Jiménez y Moyano, 2008; Jiménez y León, 2010). Mejorar las habilidades de crianza no solo favorece el bienestar personal en el hogar, sino que también beneficia el funcionamiento de los empleados en el trabajo (Sanders y Stallman, 2011).
Este era un desafío pendiente que llega justo para cerrar el año con políticas públicas que realmente ponen un énfasis en la calidad de vida de las personas. Se trata de un avance para nuestra sociedad, ya que favorece el equilibrio en la corresponsabilidad, para que tanto madres como padres puedan beneficiarse de esta ley.
Sin embargo, esta normativa precisa de una transformación cultural. Es necesario cuidar la igualdad en la conciliación familia y trabajo, no sólo que la mujer pueda hacer uso de la normativa, sino que los hombres también puedan acceder a ella. Necesitamos que los estereotipos de género no perpetúen la inequidad en el cuidado de la familia.
Josefa Poblete
Consultora de Economía con estudios de género y Gestora de Inclusión Laboral en SOAINT
