Click acá para ir directamente al contenido
Columnistas

Chile, ¿una desaceleración cíclica o estructural?

Por: Equipo DF

Publicado: Martes 14 de enero de 2014 a las 05:00 hrs.

Después de 3 años de alto dinamismo, la economía chilena entró en un proceso de desaceleración el 2013, que se estaría extendiendo hacia 2014. Para contrarrestarla, resulta crucial diagnosticar si es de carácter cíclica o estructural. Si es cíclica, el crecimiento potencial se mantiene intacto (entre 4,5% y 5%) y las autoridades disponen de amplios márgenes de política (monetaria y fiscal) para suavizar el ciclo. Por otro lado, si es estructural, significa que el PIB potencial sería menor, y la política monetaria y fiscal pasan a ser inefectivas para retornar a crecimientos pasados. Solo reformas estructurales tienen efectos positivos sobre el crecimiento de tendencia.

Distinguir si una economía está sufriendo un ajuste cíclico o estructural no es fácil, como evidencia el debate ocurrido en EEUU post 2008. Mientras un grupo de economistas (predominantemente neo-keynesianos) entendió la crisis financiera como un shock negativo sobre la demanda que llevó la economía a una trampa de liquidez (donde la tasa de interés necesaria para alcanzar pleno empleo es negativa), otro grupo (en su mayoría neo-clásicos) puso énfasis en los efectos estructurales negativos del boom de crédito experimentado y luego del aumento de la deuda fiscal. Las prescripciones para combatir los efectos de la crisis fueron diametralmente opuestas. Los que veían la desaceleración como cíclica exigieron políticas monetaria y fiscal expansivas. Los que la interpretaron como estructural se opusieron a estímulos monetarios, por verlos como inflacionarios y a la política fiscal, por verla como inefectiva. El desempeño actual de la economía parece darle por ahora la razón a los primeros. A pesar de la fuerte expansión monetaria (la hoja de balance de la Fed casi se quintuplicó), la economía estadounidense presenta baja inflación y si bien la recuperación ha sido lenta, la volatilidad del PIB fue menor de lo que hacía presagiar la magnitud del shock enfrentado. 
Demás está decir que no todas las desaceleraciones son cíclicas. Un caso interesante, al parecer estructural, es el de Brasil a partir del 2011. Después de expandirse a una tasa de 7,5% en 2010, Brasil entró en un período que puede describirse como estanflación, caracterizado por un débil crecimiento (2% en los últimos 3 años) y alta inflación (6% en el mismo período). Bajísimo nivel de inversión y ahorro asoman como los principales responsables. 
¿Y Chile? La economía se está desacelerando principalmente por la caída en la inversión. Esta responde al menos a 4 factores: el fin de la inversión en reconstrucción y del ciclo de inversión minero (fenómeno similar ocurrió en Perú y Australia), la normalización de las tasas de interés internacionales y la caída de los términos de intercambio. Hacia adelante, una parte importante del reacomodo global ya habría ocurrido en 2013 y sus efectos negativos se irían disipando. Creo que falta aún evidencia que apoye la hipótesis de una baja importante en el crecimiento potencial y parece que este ajuste tendría un importante componente cíclico. 
Reformas estructurales que apunten a mejorar el crecimiento del PIB potencial son siempre bienvenidas. Particularmente en Chile donde estimamos que la productividad total de factores creció menos de 1% al año en el último cuatrienio. Pero no hay que desviarse. Para la desaceleración actual Chile necesita que el Banco Central entregue mayor estímulo monetario reactivando la inversión no minera y facilitando un equilibrio con un tipo de cambio más depreciado.

Te recomendamos