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DF Tax | Devolución de IVA a los más vulnerables

Magdalena Brzovic, socia de Brzovic & Cía.

Por: Magdalena Brzovic | Publicado: Jueves 1 de junio de 2023 a las 04:00 hrs.
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Magdalena Brzovic

Hace algunos días tuve la oportunidad de asistir a una clase magistral de un profesor canadiense, quien vino a exponer sobre el sistema tributario de Canadá.

Entre otros temas, expuso sobre el famoso impuesto negativo. Se preguntarán, ¿qué es un impuesto negativo? En términos sencillos, consiste en que el Fisco le devuelve al ciudadano/contribuyente una cierta cantidad de dinero que ha pagado en impuestos como una transferencia directa a su cuenta bancaria.

“Hace algunos días tuve la oportunidad de asistir a una clase magistral de un profesor canadiense, quien vino a exponer sobre el sistema tributario de Canadá.
En Canadá el Estado entrega cada tres meses un monto fijo en las cuentas de los contribuyentes cuyos ingresos no superan los $ 9 millones anuales para paliar los efectos devastadores del IVA para aquellas familias más pobres.
Pensaba mientras lo oía atentamente, ¿y qué impide que en Chile podamos replicar una fórmula como esta?”.

Comentaba que en Canadá el Estado entrega cada tres meses un monto fijo en las cuentas de los contribuyentes cuyos ingresos no superan los $ 9 millones anuales para paliar los efectos devastadores del IVA para aquellas familias más pobres.

Pensaba mientras lo oía atentamente, ¿y qué impide que en Chile podamos replicar una fórmula como esta?

Se repite como un mantra en materia tributaria que entre más desarrollado es un país, su recaudación fiscal proviene casi exclusivamente del impuesto a la renta y el IVA en una medida muy menor.

Históricamente, en Chile la recaudación de impuestos ha provenido en más del 50% al impuesto al valor agregado. Sin embargo, este 2023 la situación cambió dada la recaudación por el royalty minero.

Pero aun cuando esto haya sido excepcional, nuestra recaudación fiscal proviene fuertemente del IVA, y que además por lejos tiene la tasa más alta de la OCDE, 19%, sólo superado por Samoa.

Pensemos por un momento en un jefe de familia que gana menos de $ 855 mil, cifra a partir de la cual empieza a pagar impuesto a la renta. Esos $ 855 mil se destinan principalmente a compras de comida, pago de cuentas y otros gastos destinados principalmente al consumo. La matemática es fácil: de esos $ 850 mil, $ 163 mil van a pagar IVA. Es decir, ese ciudadano/ contribuyente se levanta 2,3 meses del año solo para pagar el IVA que consume. Ni hablar del impuesto al alcohol y tantos otros.

Si a lo anterior sumamos la aprobación de la ley para financiar la Pensión Garantizada Universal que grava con IVA todos los servicios, salvo pocas excepciones, la carga tributaria por servicios se encareció en 19%. Así, los servicios de gasfíters, jardinería, y tantos otros hoy debieran pagar 19%.

Toda esta carga por IVA, en demasía excesiva, hace que las familias más vulnerables destinen casi todos sus ingresos al pago de este impuesto. Algo que a todas luces no parece justo y que es imprescindible remediar de una vez.

La información de las cuentas vista de los ciudadanos existe, y bastante actualizada luego de la pandemia. Sólo falta voluntad política.

En los diálogos ciudadanos, a propósito de un nuevo pacto fiscal, ni se mencionan estas opciones. Sólo se quiere subir aún más la carga tributaria, proponiendo medidas añejas, derrotadas y que han traído más pobreza y menos crecimiento sostenido desde el año 2014, luego de la reforma tributaria de Michelle Bachelet.

No es necesario inventar la rueda. Copiemos lo bueno y que además funciona y funciona bien.

Tenemos políticos discutiendo temas que no le interesan al ciudadano común. Es hora de que exijamos que legislen de una vez por todas en beneficio de los ciudadanos y con mayor razón de aquellos más vulnerables.

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