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Hoy los pescadores, mañana los doctores

Tomás Sánchez Emprendedor, co-fundador de Alma Suite. En Twitter: @TomsAwaki

Por: Tomás Sánchez | Publicado: Miércoles 11 de mayo de 2016 a las 04:00 hrs.
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La semana pasada el gobierno se vio en jaque cuando miles de pescadores quedaron sin trabajo a causa de la Marea Roja. Algunos podrían decir que fue predecible, pero lo que sin duda no lo es, es que la mayoría de los taxistas, tecnólogos médicos, albañiles, contadores, abogados y periodistas estarán en la misma situación debido a los cambios tecnológicos. Los orígenes son diferentes, pero el resultado es el mismo: es cosa de un par de años para que la inteligencia artificial irrumpa en el mercado y genere un desastre laboral para el que no estamos preparados.

Suena de película, pero basta googlear para saber que algoritmos toman mejores decisiones de inversión que los humanos, el auto autónomo de Google ya ha recorrido más de 500.000 kilómetros sin accidentes, Associated Press tiene robots que escriben noticias y firmas de abogados ya reemplazan a los más jóvenes con softwares que procesan casos bastante más rápido y con menos errores. Ya hay impresoras 3D que imprimen 10 casas al día en China, y sin ir más lejos Toth, un Start Up chileno, ya reemplaza técnicos médicos con un software que lee radiografías y escribe los diagnósticos. Incluso la medicina está amenazada ya que para hacer un diagnóstico complejo claramente un software tiene mayor capacidad de análisis de variables y casos similares en todo el mundo.

Mientras tanto en Chile, discutimos sobre educación gratuita, pero las Universidades no están a la altura de lo que viene. Se empuja una reforma laboral sindical, cuando el riesgo real es el reemplazo de trabajadores por nuevas tecnologías. El mercado laboral en menos de 10 años será uno que dejará fuera todos quienes hagas tareas repetitivas y mecánicas. Hace más de 10 años en Europa y Estados Unidos se usan masivamente robots-aspiradoras, pero como hemos seguido en el subdesarrollo no las hemos necesitado. Sin embargo alcanzar el desarrollo también implica nuevos desafíos: si todos ganan mejor, hay más incentivos a reemplazar mano de obra con tecnología.

Tenemos dos opciones: o nos subimos al carro o va quedar la embarrada. La única solución es más innovación local, una educación diferente y más flexibilidad laboral. Hoy estamos educando niños para resolver problemas que hoy no conocemos. Cambiar la metodologías de educación escolar es más urgente que el financiamiento. Fomentar la innovación nacional es clave si no queremos que nuestra economía sea presa de empresas extranjeras. Si el mercado laboral no se flexibiliza, será imposible adaptarse a nuevos tiempos. Si no actuamos, mañana serán muchos delantales blancos desfilando por la alameda exigiendo bonos por su desempleo permanente. El gobierno no tendrá billetera que aguante y ellos no tendrán otra opción más que reinventarse. Mejor atinemos hoy.

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