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IGR: esfuerzo público- privado win win

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Las pequeñas y medianas empresas (PYME) y emprendedores necesitan de muchos requerimientos para desarrollarse, siendo el capital un hecho esencial.



Es una realidad que las pymes tienen limitadas capacidades para generar capital, dada su estructura interna. En las economías más desarrolladas se han implementado fórmulas que pueden resolver este problema fundamental para el fortalecimiento de éstas, como lo son las Instituciones de Garantía Recíprocas (IGR).

En ese contexto, en Chile la ley Nº 20.197 ha permitido generar una institucionalidad de apoyo a las pequeñas y medianas empresas y emprendedores. Mediante un mecanismo público privado de afianzamiento de estas empresas, por el cual sociedades anónimas o cooperativas, aportando capital, y la Corfo, mediante créditos de largo plazo, se encuentran en pleno proceso de desarrollo de una nueva industria financiera y de asesoría técnica destinada exclusivamente al fortalecimiento de las pymes.

La fianza de una IGR les da estabilidad en sus actividades y un desarrollo más sostenido en el tiempo, a fin de obtener mejores beneficios de la coyuntura económica y de sus mercados.

De este modo, pymes y emprendedores acceden a estas instituciones, las cuales emiten un certificado de fianza, respaldado por el capital y los fondos de Corfo que le aseguran al acreedor el pago de la obligación de dar, hacer o no hacer contraída por la empresa beneficiaria. La entidad emisora de la caución pagará al solo requerimiento del acreedor la obligación garantizada, en el evento que el deudor no la haya cumplido.

La certeza del acreedor de una pyme o emprendedor es absoluta, pues al recibir el certificado de fianza sabe de antemano que la obligación asumida por la pyme va a ser cumplida.

Tales características permiten a las pequeñas y medianas empresas tener los recursos económicos de los cuales carecen, pues logran obtener créditos a plazos más largos, siendo el promedio de este factor de dos años y medio aproximadamente, alcanzándose en el plazo máximo hasta 56 meses en el afianzamiento a una institución financiera.

De ahí el valor que en tres años desde su fundación, iniciativas públicas y privadas como éstas,permanezcan en el tiempo en pro de apoyar a quienes dan más fuentes de trabajo y/o se atreven en la aventura de emprender.

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