Si todo el personal de recursos humanos del mundo desapareciera mañana, ¿a alguien le importaría? No estoy segura después de ver la respuesta a un artículo de un colega acerca de si el departamento de recursos humanos (RRHH) realmente requiere humanos en la era de la inteligencia artificial (IA).
“¿RRHH emplea humanos?”, preguntó uno de los muchos lectores del Financial Times (FT) que llenaron la sección de comentarios de críticas a los gerentes de RRHH, describiéndolos como “incompetentes” e “inútiles”. A la gente le encanta odiar al departamento de RRHH, junto con el de tecnología informática, cumplimiento normativo y otras divisiones que aplican las normas corporativas. Pero me llamó la atención una queja común de los lectores: RRHH a menudo parece estar del lado de los empleados cuando en realidad, como escribió alguien, “siempre han estado ahí para proteger los intereses de la gerencia y las empresas”.
No me sorprende que los trabajadores de hoy se sientan traicionados por una profesión de RRHH que se ha alejado mucho de sus raíces. Hoy, RRHH promueve el bienestar de los empleados, la diversidad, la inclusión, el compromiso y una serie de medidas que habrían asombrado al trabajador de una fábrica victoriana. Pero, ¿qué pasa si el enfoque de RRHH en el bienestar de los empleados también le molesta a los directores ejecutivos, que desean ver pruebas contundentes de resultados?
Ésta es una pregunta que la profesión debe abordar con mayor rigor, según el director de una de las asociaciones de RRHH más grandes del mundo, Johnny Taylor, presidente de la Sociedad para la Gestión de Recursos Humanos. Taylor afirmó que, durante demasiado tiempo, los responsables de RRHH le dijeron a los directores ejecutivos que deberían, por ejemplo, comportarse con más empatía “y, francamente, el director ejecutivo a menudo ha dicho: ‘No sé si me lo creo’”. Lo mismo ocurre con políticas como el trabajo híbrido. No hay suficiente evidencia a largo plazo para demostrar si es mejor para el rendimiento que cinco días en la oficina. Luego está la cuestión de si una plantilla altamente comprometida o más diversa realmente impulsa el rendimiento financiero.
Mucho antes de que Donald Trump comenzara a tomar medidas drásticas contra estos programas, varios investigadores cuestionaron la importancia otorgada a estudios ampliamente citados de McKinsey, que sugieren que las empresas con equipos de liderazgo más diversos tienden a obtener mejores resultados financieros.
Todo esto subraya que trabajar en RRHH no es para cobardes. Conviene recordar que esto está ocurriendo justo cuando el efecto previsto de la IA en los empleos indica que la gestión inteligente del lugar de trabajo es más importante que nunca. Como tantas otras cosas en la vida corporativa moderna, estoy segura de que un robot podría hacer gran parte del trabajo de RRHH, pero prefiero que lo realice un humano.