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Columnistas

Lo mejor de la empresa en febrero

Rafael Mies Ph.D. Profesor titular Cátedra de Capital Humano Coca Cola Andina ESE-Universidad de Los Andes

Por: Equipo DF

Publicado: Viernes 10 de febrero de 2017 a las 04:00 hrs.

Cada vez que escribo la columna de febrero me pregunto cuántos de nuestros habituales lectores estarán en sus trabajos y cuántos disfrutando sus merecidas vacaciones, desconectados en alguna parte de Chile (o lo que queda de él).

Aunque resulte difícil de creer, la gente que se queda trabajando en febrero normalmente expresa su gusto por trabajar mientras otros descansan y usar otro mes menos “popular” para tener unas vacaciones más relajadas.

Esta interesante postura genera un clima laboral único e irrepetible en un sinnúmero de empresas. Personal sin estrés, menos corbatas, más humor y horarios más distendidos. Estos son algunos de los beneficios que confirman por qué lo mejor del trabajo aparece en la mayoría de las empresas chilenas durante febrero.

Algunos me han preguntado si este “relax” no afecta la productividad de la empresa.

Probablemente, desde una mirada muy superficial, pudiera parecer que estas son malas prácticas que van en directo detrimento de la productividad. Como he señalado en alguna oportunidad, más de un jefe andará preocupado de tanto “cafecito” y “pérdida de tiempo” y querrá “enrielar” a sus colaboradores, realizando preguntas del tipo: “¿cómo va todo?”. Pero para frustración de ese jefe, la respuesta a esta pregunta ya es sabida: “no hemos podido avanzar porque todos están de vacaciones”, “lo he intentado pero ya no regresan hasta marzo”, etc.

Por ello, febrero no puede medirse con el sesgo del corto plazo. Este mes ha de entenderse como la gran oportunidad que tiene la organización de reponerse como un todo, del intenso año que quedó atrás.

Las empresas, al igual que las personas, se cansan y sufren el desgaste de sus sistemas, principalmente cuando han sido sometidas durante períodos prolongados a importantes niveles de stress.

¿Qué significa esto?, que para que una organización funcione bien, los distintos miembros deben confiar en sus pares, superiores y subordinados, y para que esto suceda el descanso y los espacios de distensión son esenciales.

Es un hecho que para la mayoría, principalmente ejecutivos y jefes, resulta difícil mostrar esta dimensión más “cualitativa” de su personalidad durante el año, cuando en el día a día los requerimientos técnicos y operativos consumen gran parte de su energía.

Mirado desde esta perspectiva, los meses de verano, particularmente febrero, pueden ser vistos como cruciales para revitalizar la organización, invirtiendo tiempo en reforzar vínculos personales y de confianza mutua.

Por todo lo señalado, si usted tiene la suerte de trabajar en febrero, le recomiendo que no deje pasar la oportunidad de invitar personalmente a los suyos a ese cafecito, se sorprenderá de lo valioso que puede ser para sus colaboradores ese momento. Seguramente se lo devolverán con creces en términos de productividad durante el año.

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