Los desafíos para lograr una mayor eficiencia energética en Chile
Cornelia Sonnenberg
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El Día Mundial de la Eficiencia Energética, se celebra todos los años el 5 de marzo, para reflexionar sobre el uso racional que le damos a la energía y tomar conciencia de ello. La agenda energética en Chile ha tenido muchos avances concretos en diversos ámbitos, sin embargo, hay un tema que aún no desarrolla todo su potencial: la eficiencia energética. Cuando se habla de la necesidad de mejorar la competitividad de la industria chilena y nos preocupamos por la mala productividad de muchos de sus actores, deberíamos pensar también en el uso eficiente de los recursos, entre ellos el recurso energía.
De hecho y pese a enfrentar precios altos, son todavía muy pocas las empresas a nivel nacional que realmente conocen su consumo final. Aún menos son aquellas que cuentan con buenos sistemas de medición y monitoreo, y que realizan una real gestión con metas y planes de trabajo. El tema debe transcender más allá. El ahorro de energía reduce enormemente los costos energéticos, lo que aumenta la competitividad de la economía. Además, las inversiones en eficiencia energética, el abastecimiento energético sostenible y la movilidad crean un mayor valor y más puestos de trabajo. En tiempos de escasez de recursos el ahorro energético debe pasar a un primer plano, con una mejor gestión energética en las empresas.
Con una política de estado clara y decidida así como con esfuerzos coordinados de los actores públicos y privados, Alemania ha logrado un completo desacople de sus curvas de crecimiento económico de aquellas de consumo energético. Más bien muestra cifras contundentes de baja de consumos pese al crecimiento de su economía. Para ello ha impulsado programas de capacitación dirigidos a los usuarios y consumidores a nivel empresarial, público y privado, respecto a tecnologías y soluciones conducentes a un uso más eficiente de la energía.
Como CAMCHAL, la Cámara Chileno-Alemana de Comercio e Industria, aportamos a los esfuerzos por lograr una economía más competitiva y sustentable también en Chile. Por ello, estamos convencidos de que las metas de ahorro establecidas en la agenda energética son factibles de alcanzar. Por ahora, el gran desafío es que todos los actores involucrados busquen iniciativas que aporten conocimientos y herramientas para llegar a dichos objetivos. Esto significa que las empresas inviertan en capacitación para ser capaces de implementar sistemas de gestión eficiente de la energía en todos los procesos.