Columnistas

Los perros de Pavlov

  • T+
  • T-

Compartir

Ivan Pavlov fue un fisiólogo ruso que recibió el Premio Nobel en 1904. El más reconocido estudio ha sido la ley del reflejo condicional, la cual desarrolló luego que su ayudante observara que la salivación de los perros que usaban en sus experimentos se producía ante la presencia de comida o de los propios experimentadores, y luego determinó que podía ser resultado de una actividad psicológica. Realizó el conocido experimento consistente en hacer sonar un una campana justo antes de dar alimento a un perro, llegando a la conclusión de que, cuando el perro tenía hambre, comenzaba a salivar nada más al oír el sonido la campana.

La Fed de Estados Unidos lleva décadas embarcada en la manipulación de estímulos ante los cuales los inversionistas y los mercados reaccionan de una determinada manera ante un anuncio de baja de tasas, por ejemplo. Al igual que los perros, la comunidad reacciona ya no sólo con la baja de la tasa, sino que con la sola mención de una posibilidad de que ocurra. Es así, como en la última crisis los bancos centrales del mundo han llegado a desarrollar complejos enunciados de sus reuniones mensuales, logrando con ello generar importantes movimientos dada la incertidumbre de la actual situación. El presidente del BCE hace unos días con solo mencionar que la apreciación del Euro podría ser peligrosa, logró que la moneda se depreciara un par de puntos porcentuales. Alan Greenspan se caracterizó por convertir sus comentarios en un verdadero juego de adivinanzas, logrando con tan solo un cambio de palabras mover los mercados sin de facto actuar.

Lo que parece no haber sido tan desarrollado como una teoría fisiológica o psicológica fue lo que pasaría con los mismos perros si se les trajera comida cada 10 minutos por 24 horas. La intuición nos dice que al cabo de un par de horas los perros no sólo ya no tendrían saliva, sino mucho menos hambre. Si esto fue ejecutado tocando una campana es probable que los perros, tras un extenso período de campanas, podrían tornarse agresivos y morder al científico.

Los bancos centrales del mundo desarrollado y las autoridades financieras llevan desde 2009 manipulando el mercado con estímulos monetarios y verbales. Al causar una reacción cada vez menor ante la extenuante repetición, han tenido que ir aumentando en envergadura y duración para lograr mantener la expectativa de inversionistas y empresarios. Estamos prontos a un punto de saturación, en donde la constante manipulación y creación de dinero están generando lentamente el efecto contrario: es posible que el mercado (los perros) terminen mordiendo a los banqueros y a la sociedad misma.

Lo más leído